INDIA: Partido hindú resiste tentación de capitalizar mal de "vacas locas"

Fanáticos hindúes creen que el mal de "las vacas locas" estallado en los establos de Gran Bretaña es una respuesta divina a la pecaminosa práctica de la matanza de bovinos, pero el partido confesional que los representa resiste la tentación de capitalizar el asunto en su campaña electoral.

La vaca es un animal sagrado para la religión hindú, y el derechista Partido Bharatiya Janata (BJP), de India, el principal adversario del gobernante Partido del Congreso, ha anunciado que prohibirá la venta de carne bovina en caso de ganar las elecciones del 27 de este mes.

El BJP pretende establecer en India un régimen confesional, aunque sus dirigentes combinan religión y pragmatismo y han renunciado aparentemente a la opción de ganar votos avivando el sentimiento de los fieles hindúes frente al sacrificio profiláctico de rebaños anunciado en Gran Bretaña.

Las autoridades se vieron obligadas en los años 60 a prohibir el consumo de carne vacuna en varios estados, para aplacar disturbios.

K.R. Malkani, ideólogo del BJP, desestimó versiones que atribuyeron al socio radical de su partido, el Concejo Mundial Hindú, haber ofrecido refugio en India a los 12 millones de reses británicas expuestas al contagio o al sacrificio por razones sanitarias.

Unos 600 millones de ciudadanos están habilitados para votar en las elecciones parlamentarias, a las que se presentan 5.000 candidatos. El BJP disputa voto a voto al Partido del Congreso, que en 50 años sólo fue derrotado en dos ocasiones.

La primera encuesta de opinión, divulgada la semana última por una revista de Nueva Delhi, otorgó ligera ventaja al Congreso sobre el BJP. En tercer lugar aparece una coalición de centroizquierda encabezada por el opositor Janata Dal.

Pero según Malkani, agencias gubernamentales de inteligencia pronostican que el BJP ganará 245 escaños en una cámara de diputados de 545 integrantes, y que el Partido del Congreso obtendrá 150.

Surgido casi de la nada hace un decenio, el BJP se convirtió en el principal sector de oposición al encabezar una agresiva campaña por la construcción de un templo sobre una mezquita en la localidad de Ayodhya, 250 kilómetros al este de Nueva Delhi.

Sin embargo, el caso dividió a India y finalmente, el partido perdió votos en sus bastiones del norte a causa de la violencia que acompañó la demolición ilegal de la mezquita por turbas hindúes, en diciembre de 1992.

La campaña electoral de este año es mucho menos combativa. Los dirigentes políticos piden "samrasta" (armonía social, en lengua hindi). "No debe haber enfrentamientos entre castas ni comunidades", advirtió Malkani en su conversación con IPS.

Pese a la exhortación a la tolerancia lanzada por Malkani, miembro del comité ejecutivo nacional del BJP, ese partido sólo ha admitido en sus listas a dos candidatos de religión islámica y, para su turbación, su musulmán vicepresidente se pasó al Partido del Congreso después de 22 años de militancia.

El BJP confía en sus asociados religiosos para captar el voto hindú. El Consejo Mundial Hindú anunció que pedirá de puerta en puerta el apoyo al partido con la consigna de "liberar" los templos hindúes de Varanasi y Mathura, que están flanqueados de mezquitas medievales.

El BJP, que representa a las castas hindúes superiores, presenta candidatos de castas inferiores en el "corazón hindi", conformado por cuatro estados del norte que aportan la mayoría de los legisladores.

Así mismo, se ha aliado con un grupo representante de castas bajas en Bihar, el segundo estado del país en cuanto a población.

El manifiesto electoral del partido, que fue publicado este domingo, promete a los votantes armonía social, probidad en el desempeño de cargos públicos y "swadeshi".

"Swadeshi significa pleno empleo y precios accesibles", explicó Malkani.

En caso lograr las 245 bancas que aguardan, los dirigentes del BJP orientarán su esfuerzo "a sumar 20 o 25" diputados de pequeños partidos para formar nuevo gobierno, dijo Malkani.

El BJP se vió en problemas cuando su líder, Lal Krishna Advani, aspirante a primer ministro, fue acusado en enero de apropiarse de desviar fondos secretos a fines ilegales.

La acusación fue una bomba para el BJP, que ha hecho campaña contra la corrupción en el oficialismo. Aunque Advani se comprometió a mantenerse al margen de todo acto electoral hasta ser absuelto por la justicia, el partido no ha podido recobrar su reputación.

El lugarv de Advani en las listas electorales fue ocupado entonces por el número dos, Atal Behari Vajpayee. Pero Malkani afirma que Vajpayee cederá su puesto tan pronto como Advani sea exonerado de culpa. (FIN/IPS/tra-en/mu/an/ff/ip/96).

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