El gobernante Partido del Congreso de India afrontará la más seria prueba de popularidad de su larga historia en las elecciones parlamentarias convocadas para finales de este mes, mientras los analistas pronostican que ningún partido logrará la mayoría necesaria para gobernar por sí solo.
Las elecciones legislativas de India son el mayor ejercicio democrático del mundo, pues la cantidad de votantes potenciales es de 600 millones de personas. Por esa razón, la votación cubrirá varias jornadas, incluyendo los primeros días de mayo.
Las encuestas preelectorales dan una leve ventaja al partido del primer ministro P.V. Narasimha Rao sobre el mayor sector de la oposición, el Partido Bharatiya Janata (BJP), aunque no suficiente para gobernar en solitario.
Según la intención de voto, el Partido del Congreso no alcanzaría la mayoría en la cámara baja del parlamento, compuesta por 545 diputados.
No obstante, Rao no se muestra preocupado. "Conduciré al país en el momento de entrar en el siglo XXI", declaró en el acto de presentación del manifiesto electoral del Partido del Congreso, realizado en Nueva Delhi.
Ante la prensa, el mismo Rao -que se acerca a la edad de 75 años- rehusó dar respuesta a "preguntas hipotéticas" basadas en resultados de sondeos preelectorales, y reafirmó que volverá a ocupar el cargo de primer ministro.
En su nuevo programa de gobierno el Partido del Congreso ofrece estabilidad política, empleos para todos los indios hacia el año 2002 y comida barata. El Congreso se muestra como el único partido capaz de formar un gobierno duradero.
El manifiesto señala, en comparación, los dos únicos gobiernos ajenos al Partido del Congreso que India ha conocido, ninguno de los cuales logró completar la legislatura de cinco años.
Sin embargo, la estabilidad podría no ser un factor de victoria en estas elecciones. Pocas personas comparten el optimismo de Rao dentro de su propio partido, que se presenta golpeado por una serie de deserciones y revueltas internas.
Los analistas ven una señal del nerviosismo que domina al partido gobernante, en el hecho de que Rao dispute un escaño de diputado en su propia jurisdicción -en Andhra Pradesh, en el sur- y otro en la localidad costera de Behrampore, en el estado de Orissa, al sudeste del país.
El Congreso ganó el mayor número de escaños en las últimas elecciones (1991), llevado por la ola de adhesión que levantó el asesinato del jefe del partido y ex primer ministro, Rajiv Gandhi. El episodio abrió el camino a Rao -ex ministro de Indira Gandhi y el propio Rajiv-, que consiguió amplio apoyo.
Esta vez, en cambio, las posibilidades del partido oficialista se presentan negras, incluso en los estados donde había barrido a sus rivales para emerger como el mayor partido parlamentario.
En el norte del país, no obstante, el Congreso no logró en 1991 más que seis de los 139 escaños de los superpoblados estados de Uttar Pradesh y Bihar, que habían sido un baluarte del partido durante varias décadas.
Se entiende que el Congreso sigue ubicado en tercer lugar en estos territorios, donde la batalla principal se libra entre el BJP, partido hindú de derecha, y una alianza centrista con base en las castas tradicionales.
La situación del Congreso en cinco grandes estados del sur y el suroeste, donde conquistó 141 escaños en 1991, ha sufrido un violento deterioro en los últimos años. El partido perdió la mayoría en las elecciones para la Asamblea estadual de Maharashtra, Karnataka y Andhra Pradesh.
En la tierra nativa de Rao, Andhra Pradesh, donde el Congreso ganó 25 de los 42 escaños en disputa en 1991, el partido enfrenta la dura lucha que le plantea un fuerte partido regional, el Telugu Desam (TD), que arrasó a los oficialistas en las elecciones estaduales de 1994.
Ni siquiera la división sufrida por el TD después de la muerte de su carismático fundador, Rama Rao -un astro del cine convertido en político-, ha concedido alguna ventaja al Partido del Congreso, según las encuestas y los informes de la prensa local.
No obstante, el peor daño sufrido por el Congreso se lo han ocasionado las rebeliones ocurridas en los baluartes del partido en el estado central de Madhya Pradesh y en el sureño Tamil Nadu.
Se esperaba que el Congreso, gracias a la decisión de aliarse con el partido regional All India Dravida Munnetra Kazhagam (AIADMK), repitiera el resultado obtenido en Tamil Nadu en 1991, cuando obtuvo 28 de los 39 escaños en disputa
La representación parlamentaria completa del partido por Tamil Nadu, sin embargo, conducida por altos dirigentes de nivel nacional, se negó a aceptar la alianza con el AIADMK y se escindió, presentándose por separado a las elecciones.
Una rebelión similar de dirigentes ha ensombrecido las perspectivas del Congreso en Madhya Pradesh, donde el partido obtuvo 27 de los 40 escaños disputados en 1991. (FIN/IPS/tra-en/mu/an/arl/ip/96)