Unas 67.000 personas portan de manera ilegal en Honduras fusiles de fabricación soviética AK-47, procedentes de Nicaragua y El Salvador, denunció hoy el Fiscal del Estado, Edmundo Orellana.
Informes en poder de la Fiscalía revelan que la mayor parte de las armas son utilizadas por bandas de delincuentes y ladrones de coches, que desde hace dos años intensifican sus actividades delictivas en este país centroamericano.
Según Orellana, las armas se venden "al mejor postor y sólo el hondureño que no quiere tener armas, no las compra, porque las mismas se venden ilegalmente en cualquier lado".
"Sabemos que este armamento viene de Nicaragua y El Salvador, países que por los conflictos internos que vivieron, perdieron el control de esas armas y ahora nos las 'exportan' a nosotros", afirmó.
En este sentido, manifestó que gestionan ante el Congreso la aprobación de una ley que regule la tenencia de armas para evitar que la violencia y delincuencia, "adquieran carta propia en este pais".
El tráfico ilegal de armas cobró fuerza en el país a raíz del fin de los conflictos bélicos en El Salvador y la desmovilización en Honduras de los llamados "contras" nicaraguenses.
La presencia de estos grupos rebeldes dejó también cerca de 300.000 minas en América Central, de las que al menos 60.000 se encuentran en Honduras, según cifras proporcionadas por Naciones Unidas.
Las autoridades atribuyen a estos factores el desborde de la delincuencia y violencia en la subregión, que sólo en este país, registra al menos cinco muertes diarias a causa de los robos y asaltos. (FIN/IPS/tm/dm/pr-hd/96)