En medio de fuertes cuestionamientos, arribaron hoy a Honduras los ex golpistas haitianos Frank Roman y Joseph Michel Francois luego que el gobierno de este país decidiera darles asilo por "persecución politica" y razones humanitarias.
Roman, ex jefe de la policía de Haití y Francois, ex alcalde de Puerto Príncipe, llegaron procedentes de República Dominicana, de donde fueron deportados por promover acciones de sedición contra el régimen de Joaquín Balaguer y su par de Haití, René Préval, según trascendió.
Los ex golpistas fueron recibidos en el aeropuerto de San Pedro Sula, al norte del país y a 240 kilómetros de Tegucigalpa, por miembros de la Cancillería y efectivos de seguridad del Ejército.
Declinaron hablar con la prensa y fueron llevados a un batallón militar que los ubicará, junto a sus familias, en su residencia en San Pedro Sula.
Grupos humanitarios y la Iglesia Católica vieron en la llegada de los ex golpistas a Honduras una forma de perpetuar la impunidad en Haití.
François y Roman participaron junto al general Raoul Cedras de un golpe de Estado contra el régimen civil de Jean Bertrand Aristide, en septiembre de 1990.
Según el representante del estatal Comisionado de Derechos Humanos en Honduras Leo Valladares, si bien el gobierno es soberano al momento de dar asilo "se debe valorar a quiénes se otorga este privilegio".
"No puede ser que un estatuto como el asilo se dé a personas que atentaron contra la democracia en determinado país, porque eso sería apañar la impunidad y así no se hace democracia", afirmó.
"Si bien respeto la decisión del gobierno, que alega razones humanitarias, pienso que para otra ocasión, el asilo debe darse con mayor precaución", agregó.
A su vez, el sacerdote católico Fausto Milla, un defensor de los derechos humanos, dijo que la presencia de los ex golpistas haitianos en nada abona a la democracia en Honduras.
"Son gente que al promover un golpe de Estado tiene cuentas pendientes con la justicia en su país, y no me explico por qué los recibimos, si son prácticamente delincuentes que quieren vivir en la impunidad", señaló.
El presidente Carlos Reina alega que la llegada de los dos ex dirigentes haitianos obedece a acciones estrictamente humanitarias. "En una epoca yo viví en carne propia el exilio y sé lo que duele estar fuera de su país", consideró.
Ambos permanecerán bajo vigilancia policial a fin de evitar su implicación en actividades políticas antidemocráticas.
Esta es la segunda vez que Honduras otorga asilo político a protagonistas de golpes de Estado. El primer beneficiado fue el ex ministro del Interior de Paraguay Sabino Montanaro, asilado hace más de 10 años. (FIN/IPS/tm/dg/ip/96)
