Los gobiernos de Honduras y El Salvador analizan la posibilidad de construir una represa hidroeléctrica que solvente sus problemas de energia y permita exportar el resto a los paises de America Central.
Para ello, una delegación de la Comisión de Energía de El Salvador se encuentra en Tegucigalpa, discutiendo con técnicos de este país la viabilidad del proyecto.
Guillermo Sol, de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEHL) de El Salvador, dijo este sábado que la represa tendría capacidad para generar 740 megavatios y su costo aproximado sería de mil millones de dólares.
La represa se construiría en dos fases en la franja fronteriza que comparten ambos paises centroamericanos. Las estructuras físicas quedarían del salvadoreño y Honduras pondría sus ríos para generar la energía.
En este sentido, Israel Rodríguez, de la Comisión de Energía de Honduras, dijo que habría que estudiar bien los planos de factibilidad del proyecto, "porque están por medio cuestiones de soberanía con las que no se puede jugar".
Rodríguez objetó el hecho de que las bases de la represa quedaran del lado salvadoreno, cuando podrían ser compartidas, si se parte de que Honduras es quien pondrá el agua para generar la energia.
Señaló también que se trabaja en la formación de una Comisión Binacional que incluya a los ministerios de Relaciones Exteriores, Gobernacion y Defensa de ambos países para evaluar el proyecto.
La delegación salvadoreña sostiene que el plan es beneficioso para ambas partes, solventaría sus problemas de energía y permitiría a su vez vender los excedentes al resto de los países America Central, facilitando la integracion regional.
Hssta el momento los técnicos hondurenos han mostrado recelo y han insistido en que el plan se encuentra en una etapa de "evaluación y estudio", porque se prevé también la inclusión de los efectos ambientales que la represa pueda generar.
Honduras y El Salvador sostuvieron en 1969 una corta guerra de 100 horas por problemas fronterizos que fueron solventados mediante un fallo internacional hace tres años.
Sin embargo, a raíz del mismo se han presentado roces sociales en la frontera que mantienen acorralada a la diplomacia de ambos países, al no dar respuesta a las demandas sociales de los pobladores fronterizos. (FIN/IPS/tm/ag/if/96)