Los crecientes conflictos por tierras entre campesinos que las reclaman y propietarios toman un rumbo cada vez más peligroso en Guatemala, donde a los violentos desalojos de fincas ocupadas se han sumado las amenazas de un comando clandestino.
Más de 20 fincas permanecen hasta este viernes ocupadas por campesinos en el interior del país. La semana pasada, durante el desalojo de una de ellas en el departamento de San Marcos resultaron muertos un comisario de la policía y un campesino.
Juan Tiney, dirigente de la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina (CONIC), informó este jueves sobre el surgimiento de un comando clandestino que amenaza con asesinar a dirigentes campesinos y miembros de la Iglesia Católica que apoyan las ocupaciones de tierras.
Tiney manifestó haber recibido un fax en sus oficinas de esta capital del Comité Emergente Pro Defensa de la Propiedad Privada (CEDEPP) en la que se advierte de que ese nuevo comando clandestino se encargará del ajusticiamiento de familias completas de campesinos que recurran a la invasión de fincas.
El comando se identificó como protector de los intereses de los terratenientes y de la propiedad privada, a la vez que acusó a Alvaro Ramazzini, obispo del occidental departamento de San Marcos, como responsable de las invasiones, conminándolo a abandonar la región.
"Esta es la típica actitud que siempre han adoptado los miembros de la iniciativa privada, principalmente los terratenientes, que con hechos de sangre, represión e intimidación contra los campesinos han mantenido el esquema de violencia y marginación que se vive en el país", dijo Tiney.
El fallido desalojo de la finca El Tablero, en el departamento de San Marcos, continúa siendo tema de polémica.
El presidente Alvaro Arzú anunció la formación de una comisión representativa de todos los sectores para que investigue los hechos de El Tablero y las ocupaciones de tierras en egneral.
"Así podremos tener una visión clara de este problema y darle el tratamiento que corresponde a cada uno de los casos", afirmó.
Por su parte, el director de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado (ODHA) Ronald Ochaeta, dio a conocer el informe basado en las investigaciones de lo sucedido en El Tablero, estableciendo que los campesinos iniciaron el ataque.
Según la investigación de la ODHA, el comisario Ernesto Soto, que resultó muerto, disparó contra los campesinos al tratar de defenderse.
El conflicto de tierras en esa finca, según el informe, se originó por una falta de demarcación clara de los límites de la propiedad en disputa. El intento de desalojo se realizó en acatamiento a una orden judicial, indica.
Según la ODHA, los campesinos que se encuentran ocupando la finca escucharon por radio que serían desalojados y decidieron oponerse a la medida, preparándose para atacar a las fuerzas de seguridad.
El diputado Carlos Barrios, del izquierdista Frente Democrático Nueva Guatemala, rechazó la pretensión de las autoridades de capturar a los campesinos involucrados porque están siendo tratados en forma discriminatoria.
"Hasta el momento nadie ha dicho nada en torno al campesino que murió, sólo falta que digan que se suicidó y no recibió ni un solo balazo de los agentes. Esto es peligroso', estimó Barrios.
El diputado izquierdista llamó a las autoridades a no olvidar "que el gigante está dormido, y si lo despiertan puede ser mortal y peligroso", al referirse a la paciencia de los campesinos.
El director de la Policía Nacional, Angel Comte, dijo que sus agentes seguirán cumpliendo las órdenes de desalojo dadas por la justicia, agregando que tratarán de evitar la violencia y que prevalezca el diálogo.
La serie de invasiones de fincas ha sido motivada por la demanda del campesinado de acceder a la propiedad de tierras, cuya gran mayoría está en poder de una minoría de la población.
Humberto Pretti, director de la poderosa Coordinadora de Asociaciones Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF), dijo que las soluciones al problema de la tierra planteadas por "estas pseudoorganizaciones populares" son "inviables".
Según Pretti, se debe apuntar a construir una Guatemala moderna, con una economía moderna. "Agrarizar" el país en este momento significaría un retroceso ante el escenario de la economía mundial, opinó.
Los campesinos agrupados en el CONIC aseguran que continuarán con las ocupaciones con su lema "por el derecho a la recuperación de la madre tierra y el derecho a la vida". (FIN/IPS/cz/dg/pr-ip/96)