ESTADOS UNIDOS-JAPON: Aliados en seguridad, rivales en comercio

El presidente estadounidense Bill Clinton culminó hoy su visita a Japón, dejando atrás un batallón cuya presencia es objeto de polémica y un grupo de negociadores comerciales que intentan resolver diversas disputas bilaterales.

Ninguno de los dos asuntos son exclusiva responsabilidad de Clinton. Tanto él como los próximos presidentes estadounidenses probablemente se verán obligados a aceptar esos asuntos tal como están planteados, dado que están al timón de la única superpotencia de la posguerra fría.

Esa situación requiere estabilidad política, particularmente en mercados clave como los del este y sudeste de Asia, así como la apertura de mercados internacionales a las exportaciones estadounidenses, en especial, una vez más, en la región de más rápido crecimiento del mundo.

De ahí la sinceridad de Clinton en sus declaraciones de este miércoles ante la prensa, tras firmar una extensión de la alianza de seguridad con Japón. "Este es un momento de grandes posibilidades. La sociedad entre nuestras dos naciones es hoy más importante que nunca para nuestros pueblos y el mundo", dijo.

El día anterior, durante la visita a Corea del Sur como parte de su gira de tres días por la región, el mandatario estadounidense renovó el compromiso de su gobierno de mantener una fuerte presencia de soldados en la zona desmilitarizada que separa a ambas Coreas desde la guerra de 1950-53.

También planteó, de acuerdo con su homólogo surcoreano Kim Young Sam, una propuesta para volver definitiva la tregua que Corea del Norte amenazó con romper.

Pero aparentemente Corea no aceptará la sugerencia de realizar una negociación de paz cuatripartita entre los líderes de Corea del Sur, Corea del Norte, China y Washington.

Un asunto aún más preocupante para Washington y Asia es la posibilidad de que China ponga en peligro el constante progreso de la región hacia la prosperidad económica con sus acciones en el estrecho de Taiwan y en el mar de China Meridional.

"Creo que nuestra presencia aquí será necesaria mientras el pueblo tema que algún país intente dominar a otro o que Asia se transforme en un campo de batalla", manifestó Clinton, y calificó a los 100.000 soldados estadounidenses estacionados en la región como "una fuente de estabilidad con su sola presencia".

Otro motivo de preocupación para la superpotencia es la fuerte economía exportadora de Japón, sumada a lo que Estados Unidos considera un mercado doméstico sobreprotegido.

Aunque Clinton habló de progreso en las relaciones comerciales, el comentario generalizado en Tokio es que el nuevo secretario de Comercio estadounidense, Mickey Kantor, y otros negociadores de Washington viajarán a Kobe, situada al oeste del próspero distrito comercial de Osaka, para resolver disputas con Japón.

Probablemente los negociadores japoneses no cederán ante las presiones de Washington, como la insistencia de Kantor en que "Japón se abra no sólo a Estados Unidos, sino al resto del mundo".

El desequilibrio en el intercambio comercial bilateral continúa a favor de Japón por 40.000 millones de dólares, pese a que el año pasado se registró la primera reducción en cinco años de superávit.

Clinton observó que "se necesita trabajar mucho más" para introducir cierta respetabilidad en las cifras del intercambio comercial, obviamente a los ojos de la superpotencia.

Las disputas comerciales se refieren a la industria cinematográfica, de los semiconductores y de los seguros, y la urgencia de su resolución se debe a que el próximo julio expiran ciertos plazos de negociación. (FIN/IPS/tra-en/sk/cpg/ml/ip-if/96)

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