Las compañías estadounidenses de alta tecnología auguran empleos y crecimiento económico cuando establecen sus fábricas en los países en desarrollo, pero a la vez son motivo de protestas en sus oficinas centrales.
Los obreros que hacen el mantenimiento y la limpieza de algunas de esas empresas han realizado marchas y piquetes durante las últimas semanas, en protesta contra los bajos salarios y la discriminación en el área industrial de Silicon Valley.
La Unión Internacional de Empleados de Servicio (SEIU)-Local 1877 exige aumento de salarios y un contrato colectivo a un grupo de empresas contratistas que emplean alrededor de 5.000 limpiadores en el Area de la Bahía de San Francisco.
José Manuel Herrera, nativo de Piedras Negras (México), ha trabajado 20 años como limpiador asignado a IBM -en San José-sur, California-, pero aún no ha podido superar los 18.000 dólares al año, lo cual coloca sus ingresos apenas por encima de la línea oficial de pobreza.
Los principiantes sólo ganan 6,90 dólares por hora, claramente por debajo del nivel de pobreza.
Herrera expresó su indignación porque su salario, ajustado por la inflación, haya descendido durante los últimos 10 años, mientras los de los altos empleados de IBM se han disparado.
Los ejecutivos de Silicon Valley reciben entre 100 y 250 veces más que el trabajador peor pagado de sus compañías, según las estadísticas compiladas por la SEIU.
Además, las firmas contratistas han reducido el número de limpiadores que realizan la misma tarea, aumentando la explotación de los que continúan empleados. "El trabajo que antes realizaban seis o siete limpiadores ahora debe ser efectuado por sólo dos", dijo Herrera.
La SEIU 1877 negocia ahora con nueve firmas contratistas que trabajan para algunas de las más famosas empresas del Area de la Bahía, incluyendo a IBM, Sun Microsystems y Hewlitt Packard.
Con la campaña "Justicia para los limpiadores", la Unión espera presionar a las compañías de alta tecnología para que aumenten lo que pagan a los contratistas de limpieza, de forma que éstos eleven la paga de sus trabajadores.
La campaña busca ejercer el máximo posible de presión sobre las empresas más visibles, con la esperanza de que no sea necesaria una huelga.
La dirección de IBM rehúsa hacer comentarios sobre esta disputa, lo mismo que Pacific Maintenance, la compañía contratista de su limpieza y mantenimiento. (FIN/IPS/tra-en/re/yjc/arl/lb/95)