Roces diplomáticos entre Estados Unidos y México y quejas por la desorganización fueron las únicas líneas que se salieron del libreto en la 14 Conferencia Internacional para el Control de las Drogas, celebrada en México esta semana.
Al igual que en reuniones anteriores, los delegados gubernamentales de 34 países de América concluyeron la conferencia con promesas para coordinar operaciones e investigaciones conjuntas, condenas al narcotráfico y compromisos para modernizar sus legislaciones.
Aunque el escenario no estuvo muy bien armado y hubo supuestos malentendidos, los participantes en el encuentro, realizado entre martes y jueves, repitieron el guión de otras reuniones.
El director de la agencia antidrogas de Estados Unidos, Thomas Constantine, reconoció la eficacia en la materia de la policía de Colombia, dos meses después de que Washington "descertificó" (quitó su aval) al país latinoamericano por considerar magra su colaboración en la lucha contra el narcotráfico.
Pero fue una cita sin otro aporte que el de volver a discutir el asunto, coincidieron en señalar a IPS delegados oficiales y un experto mexicano.
Se trató de un nuevo intercambio de puntos de vista en torno a la visión policial que se tiene del problema del narcotráfico y no hubo novedad, opinó Jorge Chabot, experto del Centro de Investigación y Docencia Económica de México.
Bajo la batuta de Estados Unidos, que gastó 200.000 dólares para arrendar el lujoso hotel y los salones donde se realizó el encuentro, las discusiones, realizadas a puertas cerradas, fueron las mismas de los tres últimos años, indicó el representante de un país andino que pidió reserva de su nombre.
Además, Estados Unidos marcó la tónica de la reunión.
"Es una organización internacional, pero siempre pasa esto. Los estadounidenses toman la batuta. No es raro pues ellos son los del dinero", dijo a IPS el delegado andino que prefirió el anonimato.
Similar postura mostró un representante centroamericano. "Los estadounidenses llevan el liderazgo, aunque depende de nosotros presionar para definir los ámbitos de cooperación", agregó.
Para el delegado de México Francisco Molina, el principal logro de la reunión, que se realiza cada año desde 1983, fue "dejar atrás viejas discusiones para entrar en una nueva etapa de sólida convicción de que la tarea contra el narcotráfico llama a sumar voluntades en torno a un objetivo común".
José Gallego, representante de la policía de Colombia, indicó se acordó crear mecanismos de "integración directa" entre los cuerpos de investigación policial de América para combatir al narcotráfico.
Los asistentes informaron que hubo consenso en descatar los logros alcanzados en 1995, cuando la policía consiguió desarticular mafias en Colombia y en México, los dos principales países desde donde se envía drogas a Estados Unidos, el primer mercado de estupefacientes del mundo.
El ritmo de la cita, inaugurada con un mensaje del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, y los discursos del embajador de ese país en México, James Jones, y de Constantine, se vio alterado por una reacción diplomatica del gobierno mexicano.
El jefe de la DEA sostuvo que, tras la detención de los jefes de las mafias colombianas, los cárteles de México abastecen ahora 50 por ciento del mercado estadounidense de drogas y "lavan miles de millones deía de Colombia, tras hacerle entrega de una placa de reconocimiento.
"Es positivo que los países consumidores reconozcan que este es un problema multinacional que debe ser combatido en base a la cooperación y no a la imposición", expresó Serrano a una docena de periodistas de medios locales e internacionales que lo abordaron, tras concluir la ceremonia de inauguración.
A fines de febrero, Washington consideró insuficiente el esfuerzo de Colombia en materia de lucha contra el narcotráfico, pero este martes el mismo gobierno de Estados Unidos felicitó a la policía de ese país por la efectividad de sus iniciativas.
"Los resultados que vimos en 1995 superaron nuestras expectativas y dieron a todas nuestras naciones suficientes razones para estar orgullosas y tener la esperanza de que podemos lograr lo que muchos cínicos llaman ese sueño imposible", de acabar con los cárteles de la droga, aseguró Constantine.
"Ahora el mundo ha visto las caras de los alguna vez ricos y poderosos (narcotraficantes), transformados ya en demacrados acusados en las fotos de sus arrestos", añadió.
"Es imperativo que nos comprometamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para arrestar a los importantes traficantes todavía libres y penalizarlos de acuerdo con los horribles crímenes que han cometido", dijo.
"Sus identidades no son un misterio" y se sabe "quiénes son y dónde viven", agregó Constantine.
El director de la DEA subrayó además que Helmer Herrera, zar de la droga de Cali, está todavía libre y que en México, los líderes del narcotráfico, Carrillo Fuentes, Benjamín Arrellano Félix, Miguel Caro Quintero y sus socios, "deber ser arrestados".
Cálculos del Departamento de Tesoro de Estados Unidos indican que en el planeta se "lavan" anualmente entre 300.000 y 600.000 millones de dólares provenientes del tráfico de drogas y armas en operaciones que se realizan en billetes de 5, 10 y 20 dólares. (FIN/IPS/dc/dg/ip/96)
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