Japón, el mayor donante individual de ayuda para el desarrollo, proyecta aumentar su asistencia a Africa en la próxima década, aunque no está entre sus planes aliviar la deuda externa del continente.
Las donaciones y préstamos a Africa aumentaron constantemente en los últimos tres años, pero aún están por debajo de lo que Tokio ofrece anualmente al sudeste asiático, el mayor receptor de ayuda japonesa.
El gobierno sostiene que su programa de Asistencia Oficial para el Desarrollo (ODA) para el sudeste asiático ha contribuido al rápido desarrollo económico de la región.
Actualmente Asia recibe más de 50 por ciento de la ayuda económica de Japón, mientras Africa obtiene menos de 30 por ciento. Las donaciones se otorgan sobre una base bilateral y a través de agencias multilaterales como la Asociación Internacional para el Desarrollo del Banco Mundial.
Las donaciones, especie de asistencia que no exige reembolso, representan 49 por ciento del presupuesto total de ODA de Japón, de 13.240 millones de dólares, y están dirigidas principalmente a los países menos desarrollados del mundo.
Las donaciones, sin contar la cooperación técnica, aumentaron constantemente en los últimos años, informó la cancillería. El presupuesto de 1995, de unos 2.500 millones de dólares, fue 5,2 por ciento superior al del año anterior, y se predice un crecimiento similar para el próximo presupuesto, que será anunciado este mes.
Además, las donaciones a Africa aumentarán del actual 27,8 por ciento a más de 30 por ciento en los próximos años, anunció la cancillería, aunque no indicó cuáles países serán los beneficiarios.
La ayuda total a Africa en 1994 fue de 1.143 millones de dólares, y la mayor parte se destinó a Sudáfrica. Las donaciones ese mismo año fueron de 702 millones de dólares, frente a 575 millones en 1993.
Ichiro Inukai, experto en asuntos africanos de la Universidad para el Desarrollo Internacional, espera que con el tiempo Africa se convierta en el principal continente receptor de la ayuda para el desarrollo de Japón.
Pero eso sólo sucederá si los gobiernos del continente demuestran su responsabilidad, advirtió Inukai, y explicó que Tokio tendrá en cuenta el desarrollo económico para el aumento de la ayuda a naciones de Africa.
La asistencia de Japón a Africa se ha volcado de ayuda de emergencia para la construcción de hospitales y escuelas a iniciativas relacionadas con la industria.
Un funcionario de la cancillería explicó que la ODA de Japón se está alejando de viejos principios que establecían una relación donante-receptor. Las donaciones, por ejemplo, se volcarán ahora a inversiones del sector privado para proyectos de infraestructura en países pobres, especialmente de Asia, explicó.
La promoción del desarrollo de la infraestructura estimula la inversión privada, lo que a la vez crea fuentes de empleo y mejora el nivel de vida de la población, destacó el gobierno.
Así mismo, Tokio considera que la resistencia a reducir la carga de la deuda en países en desarrollo es otra forma de estimular a los beneficiarios a ser más responsables.
"Estamos aprobando donaciones para la compra de bienes bajo un sistema llamado 'listas de compra", informó el funcionario de la cancillería.
Bajo este sistema, los países en desarrollo pueden solicitar ayuda a Japón para comprar bienes como maquinaria para fábricas o productos para infraestructura. "Los alimentos, equipos militares y artículos de lujo están excluidos de este programa", explicó el funcionario.
Esta iniciativa tiene por fin restringir gastos innecesarios, observó Inukai. "Ciertas donaciones supuestamente destinadas a proyectos sociales fueron utilizadas por algunos países con déficit presupuestal para pagar el despido de funcionarios públicos. Tales prácticas pueden limitarse con este tipo de programas", señaló. (FIN/IPS/tra-en/sk/cpg/ml/dv/96)