DEPORTES-COSTA RICA: !Corre Molina, corre!

José Luis Molina empezó a correr cuando tenía 19 años para acompañar a un amigo. Hoy las carreras de fondo son su profesión y gracias a la velocidad de sus pies será uno de los pocos deportistas que representarán a Costa Rica en las olimpíadas de Atlanta.

No es un corredor inocente y desinteresado al estilo Forrest Gump, el personaje del filme estadounidense que se alzó con varios Oscar en 1995. Molina corre porque le gusta y también por dinero.

Al dinero lo necesita para mantener a su familia y, un día no muy lejano, comprarse un pedazo de tierra en su pueblo natal, Naranjo (50 kilómetros al noroeste de la capital), a la par de la parcela de su hermano y de su padre.

Se describe como un hombre sencillo, más bien pueblerino. Le encanta la música ranchera mexicana, tomarse una cerveza después de sus largos entrenamientos y comer mariscos.

Su historia no es una novela trágica de privaciones y tristezas, pero su carrera deportiva está llena de superación y coraje.

El 3 de marzo fue el día en que Molina, de 31 años, conquistó su derecho a representar al país en Atlanta, al ganar en Los Angeles una maratón de primer nivel a la cual asistió pagándose sus pasajes y sin haber sido invitado.

La noche antes de partir a Los Angeles los ladrones penetraron en su casa y se robaron todos los electrodomésticos, los uniformes, maletines y 15 pares de zapatos de tenis que le había dado la empresa Nike, su patrocinador.

Sólo le quedaron dos pares, uno mojado y el otro lo tenía puesto, y con ellos se fue a Los Angeles a correr. No eran para competir 42 kilómetros. La suela, delgada, empezó a producirle calor y ampollas en los pies. A los 30 kilómetros ya empezó a sentir la sangre, pero ganó a los otros 20.000 competidores.

Este atleta ha hecho su currículum en el extranjero, casi no corre en Costa Rica porque en este país "no hay premios buenos. Aquí el premio máximo es de 50.000 colones (250 dólares) mientras que en Estados Unidos, sólo por presentarse pagan 2.000 dólares, según dijo Daniel Gutiérrez, su amigo y representante.

Y es que Molina ha hecho del fondismo su profesión porque "sabe que tendrá cuatro años más de rendimiento en primer nivel, nada más. Después de eso, le quedará lo que ahorró para vivir y mantener a su familia", señaló Gutiérrez.

Pero hasta ahora no queda nada. Todo lo que gana lo invierte en pagar tiquetes, alimentación y a su entrenador. Vive en una casa muy pequeña, en una alameda, y cuando fue víctima de los ladrones un canal de televisión local le regaló varios electrodomésticos.

Unos amigos, entre ellos Gutiérrez, pretendían organizar una maratón para ayudarle, pero su respuesta fue contundente: "se los agradezco, pero todavía no me he muerto".

Molina ha logrado en maratón un tiempo de dos horas, 13 minutos y 23 segundos, rendimiento por el cual es el único atleta de América Central que tiene patrocinio de la Nike, famosa marca de ropa deportiva.

Está en busca de un nuevo patrocinador que le permita cubrir sus gastos de pasajes y su entrenamiento, pero en Costa Rica eso es casi imposible, porque el único deporte que recibe apoyo es el fútbol.

Por eso, es un típico ejemplo del deportista de país pobre, que logra escalar gracias a sus méritos propios.

"Lo impresionante en él es que a pesar de lo que ha logrado con su esfuerzo sigue siendo un hombre ecuánime y sencillo. El mismo 'piso de tierra' (persona humilde) que conocimos hace muchos años", dice Gutiérrez, porque a Molina no le gusta hablar mucho sobre sí mismo.

A partir de mayo se entrenará en México con tres seleccionados a cargo del entrenador Rodolfo Gómez, quien lo dirige desde hace cinco meses.

Actualmente el atleta se prepara para Atlanta con dos sesiones diarias de lunes a viernes, es decir, corre 40 kilómetros por día.

"En Atlanta, somos 120 atletas que correremos la maratón el 4 de agosto. Cualquiera puede llegar primero o último. Yo no voy cuidándome de nadie, sólo voy, con mente positiva, a tratar de ganar", dijo a IPS sobre sus posibilidades de triunfo.

En maratón, señaló, es muy difícil saber quiénes son los potenciales competidores, como sí se puede en natación u otros deportes, según las marcas.

En América Latina, entre los mejores en los 42 kilómetros están los mexicanos, brasileños, y colombianos, pero los africanos, sin duda, serán los más fuertes.

José Luis Molina practica una disciplina poco admirada por el grueso de la población costarricense, cuya pasión descansa en el fútbol, pero su amigo Daniel opina que si lograra tener ventaja el 4 de mayo en la maratón de Atlanta sin duda todos los costarricenses gritarán frente al televisor "!Corre, Molina, corre!. (FIN/IPS/mso/dg/cr/96).

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