El diario Granma, órgano oficial del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC), acusó a la extrema derecha del exilio en Estados Unidos de echar más leña al fuego de las tensiones entre los dos países a través de una nueva campaña sobre violaciones de los derechos humanos en la isla.
Bajo el título "Nuevas calumnias contra Cuba en Miami: La impúdica profesión de mentir", el órgano del PCC desmiente, este martes, versiones que circularon en la ciudad estadounidense de Miami sobre crueles torturas a siete presos pendientes de sentencia.
Para el analista Nicanor León Cotayo, tras la campaña está la clara intención de avivar el fuego justo cuando Washington promueve su habitual condena a La Habana durante la reunión de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en Ginebra.
"Es básicamente una pieza más del plan encaminado a empujar a La Habana y Washington hacia una confrontación que a ninguno de los dos interesa", aseguró León Cotayo al desmentir las acusaciones sobre torturas y maltratos.
Según The Miami Herald, influyente diario de la comunidad cubana en Estados Unidos, los maltratos fueron aplicados a los integrantes de un comando armado, capturados el 15 de octubre de 1995 luego de desembarcar en la zona de Caibarién, a 351 kilómetros de la capital.
Miguel Díaz, Armando Sosa, José Falcón, Jesús Rojas, Pedro Guisao y Lázaro González podrían enfrentar condenas por 30 años de prisión, mientras que Humberto Real Suárez espera la ratificación de su condena a muerte por el delito agregado de asesinato.
Las investigaciones oficiales cubanas arrojaron que tras la entrada ilegal, Real Suárez "asesinó a sangre fría" a Arcelio Rodríguez García, de 34 años, para apoderarse del automóvil en que éste viajaba junto a otros tres hombres.
De acuerdo a las versiones publicadas en Estados Unidos, como resultado del "salvajismo" de los fuerzas del orden cubanas, uno de los infiltrados perdió un testículo y dos fueron ingresados en el hospital psiquiátrico de Mazorra, en La Habana, "para martirizarlos".
"Una falsedad tras otra", afirma Granma, y asegura que el detenido Pedro Guisao Peña "no perdió un testículo" a consecuencia de "la feroz tortura" sino que fue sometido a un tratamiento médico por la aparición de un forúnculo en sus genitales.
Granma sostiene que ninguno de los presos fue remitido al hospital psiquiátrico de Mazorra y que "el supuestamente más torturado", Real Suárez, recibió asistencia médica durante 76 días.
Real Suárez resultó herido cuando intentó capturar a Juan José Pérez Luna, vigilante nocturno de una obra que, según los informes, con un viejo fusil y pocas municiones enfrentó y neutralizó a tres de los infiltrados.
Según fuentes oficiales cubanas el "comando terrorista" arribó a la isla en una lancha con matrícula estadounidense y al ser atrapado tenía en su poder fusiles AK, M-16 y R-15, cuatro pistolas y gran cantidad de municiones y equipo militar.
Tras el derribo de dos avionetas civiles por fuerzas aéreas cubanas, el 24 de febrero, el gobierno de la isla criticó la liberación en Estados Unidos de los integrantes de otros comandos que intentaron realizar acciones semejantes a las de octubre de 1994.
Los liberados fueron tres hombres de origen cubano detenidos en diciembre por poseer un arsenal "destinado a la realización de actos terroristas en la isla" y otros cinco que el 23 de enero navegaban en una embarcación con armas y explosivos hacia Cuba.
Sergio González Rosquete, jefe de un grupo paramilitar del exilio que propugna la realización de actos violentos en Cuba, informó a la prensa en Miami sobre otra infiltración frustrada a inicios de febrero.
Por su parte, desde La Habana el activista de los derechos humanos Elizardo Sánchez Santa Cruz pidió "una acción urgente" de Amnistía Internacional para tratar de impedir la ejecución de Real Suárez.
"Reiteramos el rechazo a toda forma de acción violenta", pero "no puede descartarse absolutamente la posibilidad de que la trágica y lamentable muerte de Rodríguez García fuese el resultado de un accidente o una imprudencia", señaló el representante de la opositora Comisión de Derechos Humanos.
Según Granma, "el guión elaborado para la presente cruzada contra Cuba" enfatiza en la posible solicitud de la pena máxima para algunos de los detenidos y en el apoyo de los disidentes en La Habana para pedir "solidaridad con los terroristas".
El diario del PCC vincula la acusación de violación de los derechos humanos con los intentos de involucrar a Cuba en el narcotráfico y con las violaciones del espacio aéreo cubano que provocaron la "crisis de las avionetas".
"No se trata de un hecho aislado", asegura Granma, que ve en las "calumnias" un eslabón más en "una trama mucho más amplia y peligrosa que está enderezada a provocar una confrontación entre La Habana y Washington. (FIN/IPS/da/dg/ip/96)