Rusia intenta asegurarse participación en la gestión comenzada por el presidente estadounidense Bill Clinton para resolver la peligrosa crisis entre Corea del Sur y del Norte.
Pese al debilitamiento de sus históricos lazos con Corea del Norte, Moscú cree que todavía puede desempeñar un importante papel en un área que le resulta de alto valor estratégico.
Pero Pyongyang piensa de otro modo y este fin de semana aclaró que su punto de vista no coincide con el de Moscú en el caso de la crisis en la península de Corea.
Así mismo, un diario de Seúl informó el domingo que crece la probabilidad de conversaciones conjuntas entre Corea del Norte y del Sur, China y Estados Unidos. Esto es, sin intervención de Rusia.
Sin embargo, Moscú está dispuesto a intervenir en el asunto y ha propuesto un diálogo "dos más cuatro", que colocaría de un lado a las dos Coreas y del otro a China, Estados Unidos, Japón y Rusia.
Clinton, que partió este lunes a Corea del Sur para enrevistarse con el presidente Kim Young-sam, informó a la prensa que su gobierno promueve la "definitiva reconciliación" entre los dos gobiernos de la península de Corea.
En cuanto a Moscú, confía estrechar sus vínculos con Corea del Norte a través de la Comisión Intergubernamental de Comercio y Cooperación Científica y Técnica, que la semana última celebró en Pyongyang su primera sesión.
La delegación rusa, que estuvo encabezada por el viceprimer ministro Vitaly Ignatenko, logró acuerdos para la revitalización de importantes áreas del comercio bilateral.
"Rusia pretende renovar la totalidad de sus lazos bilaterales con Corea del Norte sobre la base del respeto mutuo, la equidad y la cooperación", consignó el presidente Boris Yeltsin en un mensaje llevado por Ignatenko a Pyongyang.
"Las relaciones entre Moscú y Pyongyang deben servir los intereses de la paz, la seguridad y la estabilidad de la península de Corea", expresó Yeltsin.
"Decenas de empresas industriales de Corea del Norte fueron construídas con asistencia de la Unión Soviética. Pero en los últimos años, la cooperación bilateral se ha hundido", señaló el primer ministro Victor Chernomyrdin en su propio mensaje a Corea del Norte.
"Nuestra tarea consiste en restablecer la cooperación bilateral en todo su potencial. Debemos apoyarnos en la experiencia del pasado y buscar nuevas formas de colaboración, adecuadas a las realidades de hoy", dijo Chernomyrdin.
Su intercambio con la Unión Soviética representaba 50 por ciento del comercio exterior de Corea del Norte. La transición a partir de 1991 del sistema de trueque al pago en divisas y a precios internacionales afectó seriamente a las principales empresas norcoreanas.
Al desaparecer en Rusia el monopolio estatal del comercio exterior, flamantes sociedades anónimas se presentaron en Corea del Norte sin detenerse a considerar el potencial de su socio, y el incumplimiento de contratos destruyó la confianza mutua.
Al respecto, la Comisión Intergubernamental se propone acabar con el caos en el comercio bilateral.
"Aunque no surgieron contratos importantes, creemos que la primera sesión fue un punto de inflexión, ya que puso en marcha el mecanismo de la Comisión Intergubernamental, un vehículo de la cooperación bilateral", declaró a IPS Vitaly Fitin, secretario ejecutivo de la comisión.
"Los grupos de trabajo de la comisión pueden promover la cooperación en las áreas científica y tecnológica, de transporte y energía eléctrica, y las industrias de la madera y de la construcción", dijo Fitin.
A largo plazo, las dos partes esperan participar en proyectos multilaterales, como el desarrollo de la cuenca del rio Tuman, en Corea del Norte. La construcción de un puerto en Najin otorgará a los barcos rusos acceso a Corea del Sur, Japón y el sudeste de Asia.
Asi mismo, el proyecto de creación de una zona de libre comercio en el noreste de Corea del Norte parece también promisorio, aunque a muy largo plazo.
Rusia heredó de la Unión Soviética un saldo acreedor de 5.500 millones de dólares ante Corea del Norte. Fitin informó que, si bien no hubo progresos concretos respecto de esa deuda, Pyongyang estaría en condiciones de pagar una parte con alimentos y bienes de consumo.
Oficialmente, las relaciones entre las dos Coreas no fueron discutidas en las conversaciones entre Moscú y Pyongyang, sino que las partes se limitaron a exponer su respectiva posición.
La tensión se extremó este mes, cuando soldados norcoreanos se internaron en la zona desmilitarizada que separa las dos Coreas, en violación del armisticio que puso fin a la guerra de 1950-1953.
Rusia declaró su apoyo "a la voluntad del pueblo coreano de reunificarse sobre bases democráticas" y "al productivo diálogo intercoreano", como expresó Yeltsin en su mensaje.
Simultáneamente, el portavoz de la cancillería rusa, Mijail Demurin, manifestó "preocupación acerca del aumento de la tensión en la península de Corea".
Rusia preconiza la creación "de un nuevo sistema de seguridad" en la región mediante la convocatoria a una conferencia internacional", informó Demurin a la prensa.
De momento, Corea del Norte y del Sur descartan esa iniciativa. El comunicado final de la visita de Ignatenko admitió que las propuestas de Corea del Norte y Rusia para aliviar la tensión en la península "no son coincidentes". (FIN/IPS/tra- en/ss/rj/ff/96).