El papel de las universidades de los países lusófonos como los precursores más importantes de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP), fue resaltado durante la reunión de dos días de académicos de los siete estados, que concluyó hoy en esta capital.
En un discurso de clausura oficial, el primer ministro portugués Antonio Guterres subrayó que las universidades "deben ser capaces de ir más lejos" en el ámbito de la cooperación en el espacio lusófono, porque el papel de los gobiernos "es cada vez menos importante" en este campo.
"Es la sociedad civil la que más pesa en este dominio y en especial las universidades, siempre que no sean un círculo elitista en donde se cristaliza el saber", anadió Guterres.
Recordó que "la lengua portuguesa no es propiedad de los portugueses", sino de todos los países y territorios que la usan, un espacio formado por los africanos Angola, Cabo Verde, Guinea- Bissau, Mozambique, Santo Tomé-Príncipe, el sudamericano Brasil y los territorios asiáticos donde aun persiste su uso.
Guterres recalcó que 1996, "será un año histórico" para la lusofonía, en que se ofiacializará la CPLP con la reunión de jefes de Estado y de gobierno, prevista para julio en Lisboa.
Por su parte, el brasileño Rui Paoletti, presidente de la Asociación de Universidades de Lengua Portuguesa, subrayó que esa organización esta dando inicio "a la creación del mercado común del conocimiento" en los siete países.
"Nuestro negocio es el conocimiento y éste no basta producirlo", sino que debe ser "asequible al mayor número de personas", concluyó Paoletti. (FIN/IPS/mdq/ff/cr/96).