La acelerada expansión de la tecnología informática con la red de redes Internet facilitó a los ambientalistas del mundo la comunicación horizontal y la suma de esfuerzos para sus campañas.
La naturaleza descentralizada de la red permite que grupos de pocos recursos trabajen en forma poco costosa utilizando la comunicación electrónica. Mediante Internet, grupos marginalizados de los medios de comunicación pueden informar a todo el mundo sobre sus propuestas y comunicados de prensa.
Servicios como Econet y Peacenet, por ejemplo, ofrecen boletines extensos y no censurados sobre los bosques siberianos, los Balcanes, o Chiapas.
Las computadoras son utilizadas en todo el mundo para una amplia variedad de tareas ecologistas. Por ejemplo, la tecnología informática lleva un control de la actividad animal de especies en peligro.
Las redes permiten asimismo predecir, entre otros, los patrones de contaminación de ciudades y bosques de Europa Central y del agua en la bahía de Chesapeake, en Estados Unidos.
En todo el mundo, las redes de computadoras son usadas por científicos que registran las tendencias de la temperatura del agua y el aire asociadas con el recalentamiento del planeta.
Otras redes hacen participar a niños en proyectos ambientales en modalidades sin precedentes, a través de Internet.
Una nueva generación se está educando con una visión mucho más aguda sobre el ambiente, señaló Anthony Whitworth, quien trabaja con la red ambientalista Econet para crear un lugar en línea en Internet.
Son muchos los casos de éxito en Internet desde el punto de vista ambiental. El más famoso involucra a la lechuza negra, que vive en los bosques de Nueva Gales del Sur, en Australia.
Australia y Estados Unidos fueron colonias de Gran Bretaña, por lo cual ambos utilizan la ley consuetudinaria británica, y las cortes australianas pueden juzgar según decisiones tomadas por el poder judicial estadounidense, además de tener leyes similares sobre especies en peligro.
Los abogados ambientalistas de la lechuza negra necesitaban testimonios de expertos en 24 horas o habrían perdido el caso. Encontraron la información en Internet, logrando salvar una extensión considerable del hábitat del ave.
No obstante, advierten grupos de ambientalistas, Internet llevará a muchos países industrializados a creer falsamente que el advenimiento de la tecnología de las telecomunicaciones hará del planeta un lugar más limpio y seguro.
El resultado real, sostienen los activistas, es un mundo en que la circulación de información y capitales es cada vez más veloz entre los más ricos, mientras los desposeídos quedarán atrás sin poder económico para resolver los cuellos de botella del sistema.
Mientras la red fortalece a las organizaciones de base, también libera al capital mundial, el cual respeta pocas fronteras y ecosistemas en su búsqueda de bajos costos y altas ganancias, recordó Robbie Liben, programador y activista ambientalista de Nueva York.
La revolución electrónica ha permitido a las empresas gigantes aumentar su movilidad y avances tecnológicos, y a medida que avance aportará más y más a las metas de gobiernos centralizados y transnacionales.
Pero en momentos en que las leyes antiambientalistas ganan espacio en el escenario político estadounidense e instituciones mundiales promueven la regulación del libre comercio, muchos activistas afirman que hay poco tiempo ahora para "vacilar sobre los aspectos filosóficos de la tecnología 'en línea"'.
Incluso el Institute for Deep Ecology, que prioriza el mundo natural sobre la esfera tecnológica, creó recientemente una presencia en línea.
"Estamos inmersos en un tiempo en que rige la tecnología. Si desperdiciamos la oportunidad de usar Internet, disminuiremos el impacto que podemos tener", dijo Tara Strand-Brown, directora del instituto, el cual utiliza la red para obtener listas de correspondencia y mantiene reuniones virtuales con su junta directiva. (FIN/IPS/tra-en/mc/yjc/lp/sc-en/96)
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