El gobierno de Colombia deploró hoy el retiro del grupo guerrillero Jaime Bateman Cayón del proceso de negociación para un acuerdo de paz, que se había iniciado formalmente el 1 de marzo.
La organización guerrillera abandonó sorpresivamente este viernes la zona de distensión que venían ocupando desde el inicio de las negociaciones en el sureño municipio de Miranda, tras afirmar que el presidente Ernesto Samper "no puede garantizar el cumplimiento de los pactos a que se comprometa".
La ruptura de las negociaciones estuvo motivada en la violación de la zona de distensión por parte del ejército, el pasado 30 de marzo.
El grupo Jaime Betaman Cayón concluyó que en la actual situación de crisis institucional que vive Colombia por presuntos aportes del narcotráfico a la campaña electoral, Samper "no tiene autoridad ni control sobre la fuerza pública" y en esas condiciones cualquier negociación estaría condenada al fracaso.
Daniel García, asesor presidencial para la Paz, consideró sin embargo que el augumento "más bien parece una disculpa para ocultar otras razones de fondo", ya que la crisis política existía cuando se iniciaron las negociaciones y la violación de la zona ya había sido explicada por las Fuerzas Militares.
El retiro de la organización guerrillera de la mesa de negociaciones estaría evidenciando que "el proceso les quedó grande y que sus planteamientos políticos son precarios", afirmó García.
El grupo Jaime Bateman Cayón, una disidencia del legalizado M- 19 que está integrado por unos 250 combatientes que operan en cinco frentes del sur de Colombia, condicionó la reanudación de las negociaciones a un armisticio general, una reforma política y la democratización de la economía. (FIN/IPS/yf/ag/ip/96)
