Un comunicado del grupo Dignidad por Colombia, que se atribuyó el secuestro del empresario Juan Gaviria, hermano del ex presidente César Gaviria, abrió hoy nuevos interrogantes sobre lo que el gobierno en medio de su crisis ha calificado como "fuerzas desestabilizadoras".
Dignidad por Colombia afirmó que el secuestro, cometido el día 2, está dirigido contra el ex presidente colombiano (1990-94) y actual secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), por defender "los intereses norteamericanos" por encima de los de los colombianos.
El comunicado fue enviado las oficinas del diario El Tiempo en la sureña ciudad de Pasto y a radioemisoras de esa capital provincial con una hoja en blanco con la firma y una huella dactilar, que pertenecerían al empresario secuestrado y cuya autenticidad investiga la policía.
A diferencia del comunicado con el que hizo su aparición en septiembre de 1995, cuando se responsabilizó del ataque al entonces abogado defensor del presidente Ernesto Samper, en esta oportunidad el grupo pasa de sus críticas moralistas a las de contenido social y político.
Al reivindicar ese atentado, afirmó que lo hacía para denunciar la corrupción del gobierno de Samper y para presionar que se le hiciese un juicio político y no jurídico, por la presunta financiación de su campana con dinero del narcotráfico.
"Vamos con el hermano de Gaviria porque fue él (el ex presidente) quien volvió una inmoralidad" hablar a favor del pueblo cuando en su gobierno fue una norma la defensa de los intereses estadounidenses "por encima de los de los colombianos".
El grupo hizo referencia a afirmaciones del escritor Gabriel García Marquez según las cuales el país se debate en una "catástrofe moral", para señalar como responsable de la misma a "toda la clase política (…) la Fiscalía y el clero"
Según Dignidad por Colombia, César Gaviria violó "el legado de (asesinado líder liberal) Luis Carlos Galán al convencer al fiscal (Alfonso) Valdivieso de que es inmoral recibir dinero del narcotráfico" pero es "moral y legítimo recibirlo del grupo Santodomingo y (del presidente estadounidense Bill) Clinton".
Gaviria y Valdivieso pertenecían dentro del gobernante Partido Liberal al mismo grupo de Galán, quien fue asesinado en 1988 por presuntos paramilitares pagados por el narcotráfico.
Santodomingo, uno de los principales grupos económicos de Colombia, contribuyó a la campaña electoral de Samper.
Con un acento más político que en su primera aparición, Dignidad por Colombia afirmó no creer en "el falso moralismo de Valdivieso" que cree que saneará las costumbres políticas con el denominado Proceso 8.000 y critica el programa de gobierno de Samper, que aseguran ha aumentado el número de pobres.
El atentado contra el abogado de Samper fue señalado por el grupo clandestino como "el inicio de una escalada contra los corruptos" y en la lista figuraban también la esposa de Samper, Jacquin Strauss, el ex ministro de Defensa y ex gerente del comando de campaña del mandatario, Fernando Botero.
Dignidad por Colombia se atribuyó también el asesinato del dirigente del Partido Conservador Alvaro Gómez, el 2 de noviembre pasado, por medio de llamadas telefónicas que según el jefe de la policía, Rosso Serrano, tenían similitud con las recibidas cuando el atentado al abogado de Samper.
En la investigación por el asesinato de Gómez están implicados como autores materiales dos miembros de las Fuerzas Armadas y dos de un grupo paramilitar de derecha.
En los dos casos el gobierno señaló que los hechos procedían de fuerzas interesadas en crear un clima de inestabilidad.
Pese a que el ministro de Defensa, Juan Esguerra, puso en duda la existencia del grupo clandestino, algunos analistas consideran que el asesinato de Gómez pudo haber sido orientado por una organización de extrema derecha de corte moralista que actuaría en alianza con grupos paramilitares.
Fuentes del gobierno señalaron que de Dignidad por Colombia estarían formado parte sectores del narcotráfico, también aliados con paramilitares, que temen se reviva en el país el tratado de extradición con Estados Unidos.
Sin embargo, lo único concreto que hasta el momento sabe la policía sobre los autores del secuetro de Gaviria es que se trata "de una organización muy poderosa". (FIN/IPS/yf/ag/ip/96)
