CHINA: Pena de muerte a 39 militares sería signo de golpe abortado

La pena de muerte o cadena perpetua impuestos a 80 oficiales del ejército de China podrían ser el resultado de un golpe de estado abortado por Beijing. De todos modos, expertos de Hong Kong dudan que el gobierno se haya visto en un riesgo serio de caer.

La prensa de Hong Kong sugirió que existe una creciente desunión en el Ejército de Liberación Popular de China (ELP), desde que un alto oficial de inteligencia desertó al enclave y pidió asilo en el consulado de Estados Unidos, pues, dijo, participó en un complot para derrocar al gobierno.

El último informe fue publicado este jueves por el diario Eastern Report, de Hong Kong, que señaló que una corte militar condenó a muerte a 39 oficiales del ELP y a otros 41 a prisión de por vida.

Los condenados pertenecían al grupo conocido como Alianza de Poder para la Liberación Popular, calificado como "la más grande organización contrarrevolucionaria en la historia del ELP" por la Comisión Central Militar, de acuerdo con la versión de Eastern Report.

La Alianza "poseía planes para crear el caos en China y favorecía actividades contrarrevolucionarias", según el veredicto emitido por la corte marcial, que sesionó entre los días 1 y 3 de marzo.

"El grupo también organizó y reguló en forma orquestada actividades contrarrevolucionarias y reuniones secretas", afirmó el fallo que, sin embargo, no menciona actos o planes específicos con la finalidad de derrocar al gobierno de China.

Beijing sostuvo que la Alianza, mediante robos, había acumulado más de 430 armas, 130.000 cargas de munición, 230 barras de dinamita, 39 vehículos militares y cuatro carros artillados.

Tai Ming Cheung, un analista militar de Hong Kong, sostuvo que, si bien el veredicto no se refiere a un posible complot para voltear al gobierno de China, los tribunales marciales "habitualmente no ejecutan a oficiales del ELP a menos que haya alguna connotación política" en los cargos.

La dura sentencia "sugiere que los condenados eran algo más que ladronzuelos de armas", dijo Tai a IPS.

Sin embargo, acotó que "los militares tienen un régimen penal más severo que el civil", y, por lo tanto, "el delito económico podría ser suficiente para que merezcan ese castigo". "Sólo podemos especular", agregó.

El mes pasado se supo que altos oficiales del ELP fueron transferidos de la remota región militar de Xinjiang, poco antes de que el coronel Li Qike, de inteligencia, huyó a Hong Kong, donde aseguró que participó en un golpe para derrocar al gobierno.

El ELP informó a fines de marzo que 31 altos oficiales destinados a Xinjiang y un número no especificado de oficiales en Qinghai (Tibet), las mismas provincias del noroeste de China donde Li manifestó que hubo movimientos golpistas, fueron removidos.

El comisario político del distrito militar de Xinjiang, Zhou Lianjiang, dijo al diario oficial del ELP que el cese de oficiales que se registró allí fue el mayor en la historia de la región y "tuvo un impacto significativo en la estabilidad, la moral y el control de la frontera".

El periódico militar sostuvo que Beijing estaba extramadamente preocupada con problemas de moral y disciplina en esa región, de acuerdo con la interpretación de la prensa de Hong Kong.

Xinjiang es una región étnicamente sensible, con una gran población perteneciente a la minoría musulmana uigur, cuya insatisfacción con el régimen de China deriva de tiempo en tiempo en movimientos separatistas.

De acuerdo con informes difundidos la semana pasada en la prensa de Hong Kong, el coronel Li sostuvo que él mismo reclutó a más de cien oficiales de Xinjiang y Qinghai para el Partido Popular Chino, fundado en 1989.

Este partido también cuenta con militares afiliados en Beijing, Chengdu y Guangzhou, en el sur del país.

Li sostuvo que el grupo planeaba un motín en Lanzhou para tomar el control de esa región militar, que ocupa cinco grandes provincias, y, después, enviar a una brigada a Beijing para derrocar al gobierno.

Pero Tai opinó que el golpe habría tenido pocas posibilidades de éxito, pues ello requeriría apoyo en todo el territorio del país y no existe evidencia de que éste exista. "El liderazgo militar en Beijing está muy bien fortificado", explicó.

Además, el ELP está "bien infiltrado" por comisarios políticos que tienen capacidad de captar signos de revuelta en sus etapas iniciales.

Las actividades de la Alianza fueron detectadas en diciembre, cuando sus integrantes pelearon con otros oficiales en la fiesta de cumpleaños de un camarada. Cuarenta soldados resultaron heridos en este episodio.

Una investigación de rutina condujo a la detección de las actividades del grupo, que fue desmantelado con el arresto de 80 de sus principales integrantes, algunos de los cuales ya habrían pagado con sus vidas, según Eastern Express. (FIN/IPS/tra- en/ys/cpg/mj/ip/96)

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