La profesora María Rozas reclamó hoy su "mejor derecho" a presidir la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de Chile y convertirse así en la primera mujer en América Latina que lidere una central sindical.
Rozas, del oficialista Partido Demócrata Cristiano (PDC), encabezó la lista que obtuvo la primera mayoría relativa de consejeros en el congreso de la CUT el domingo último, pero sus rivales socialistas y comunistas aspiran también a presidirla.
La elección de la nueva mesa de la mayor matriz sindical chilena es complicada porque ninguna de las cuatro listas en pugna obtuvo la mayoría necesaria de 23 de los 45 miembros del Consejo Nacional y, por tanto, están obligadas a una negociación.
Rozas, quien asegura que debió superar discriminaciones machistas tanto en el PDC como en la CUT para postularse a la presidencia, pareció aumentar sus posibilidades con el retiro de la contienda este lunes del socialista Arturo Martínez.
El Partido Socialista (PS), aliado del PDC en la coalición de gobierno, ordenó a Martínez que depusiera sus aspiraciones a presidir la CUT por haber incluído en su lista a un dirigente sindical de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI).
Martínez reiteró este martes que se retira pese a que sus compañeros de lista le renovaron su apoyo contra la decisión oficial del PS, pero al mismo tiempo invitó a Rozas a renunciar a la presidencia y negociar un acuerdo en torno "a gente nueva".
El otro protagonista en la batalla por conducir la CUT es el Partido Comunista (PC), que representa la oposición de izquierda al gobierno y fue la fuerza que proporcionalmente más creció en esta elección sindical.
Los comunistas aumentaron su representación de nueve a 13 consejeros, en tanto la lista encabezada por Rozas logró 16, de los cuales corresponden 12 al PDC, tres al Partido Radical Socialdemócrata y uno al Movimiento Obrero Campesino.
El sector de Martínez alcanzó 14 consejeros, con 13 del PS y uno de la UDI, en tanto otra lista del sindicalismo socialista disidente, liderada por el minero del cobre Raimundo Espinoza, conquistó los otros dos puestos.
Rozas podría sumar a sus 16 votos los dos del sector de Espinoza, pero aún le faltarían cinco para alcanzar la mayoría de 23 que necesita para ser designada presidenta de la central, que agrupa a unos 500.000 trabajadores.
Manuel Ahumada, principal figura sindical del PC, sostiene que su partido es la mayor fuerza individual de la CUT, con sus 13 consejeros electos en el congreso, y reclama que a ese número se sumen tres dirigentes de las agrupaciones de jubilados.
La incorporación del sector pasivo al Consejo Nacional de la CUT es cuestionada por el PDC y el PS, cuyos sindicalistas argumentan que es precisamente a la nueva directiva a la que le corresponderá tomar una decisión al respecto.
Según los estatutos de la central, los consejeros tienen plazo hasta este miércoles para elegir la nueva mesa directiva en reemplazo a la que preside el obrero textil Manuel Bustos.
El equilibrio de fuerzas obligará a una distribución más o menos equitativa de los distintos cargos entre las diversas tendencias, pero hasta este martes no se vislumbraba una fórmula de acuerdo mientras no se despejara la pugna por la presidencia.
A la nueva directiva le corresponderá también resolver sobre la propuesta del PC de que en el futuro la CUT renueve su mesa a través del voto directo de sus 500.000 afiliados en lugar del actual sistema de delegados. (FIN/IPS/ggr/ag/ip-lb//96)
