CHILE: Ganaderos enfrentan sequías con organización y solidaridad

La sequía que afecta la región del centronorte de Chile desde hace tres años ha provocado grandes pérdidas en la producción agrícola y pecuaria, pero un pequeño grupo de ganaderos le hace frente con relativo éxito gracias a su organización y solidaridad.

La sociedad agrícola El Tangue, formada por 43 socios de los cuales 32 son trabajadores activos, lleva tres años con pérdidas, pero los niveles de vida de esos trabajadores no han decaído gracias a las medidas que han adoptado en términos de distribución de pérdidas y ganancias.

Así lo contó a IPS Tomás Cuevas, un práctico agricola que ha participado en la sociedad desde su fundación en 1982 y que maneja al detalle todos los asuntos de esta empresa, cuyo principal producto es la lana de oveja que exporta a través de intermediarios.

El Tangue está formado por dos haciendas en el terreno de secano costero, sobre el océano Pacífico, unos 400 kilómetros al norte de Santiago, en la parte sur de la comuna de Coquimbo.

"La sociedad para ser rentable necesita tener 12.000 ovejas, pero actualmente estamos con sólo 7.500. No podemos tener más en nuestras tierras por causa de la sequía", explica Cuevas, que trabaja como administrador, aunque también toma "la pala de vez en cuando".

Entre las diversas consecuencias de la sequía, Cuevas apunta la baja en el porcentaje de parición de las ovejas, el aumento de la mortalidad de los animales preñados, la muerte de las crías, el bajo peso de los corderos y, en otro plano, el aumento en el costo de la mano de obra por trabajos adicionales.

Gracias a la gran cantidad de tierra que posee la sociedad (cerca de 50.000 hectáreas), los ganaderos han podido obtener otros ingresos mediante la forestación.

En tal sentido han plantado una especie que se adapta a las condiciones del secano, el arbusto atriplex numularia, por lo que reciben una bonificación en dinero de la estatal Corporación Nacional Forestal (CONAF).

También la sociedad ha vendido parte de sus tierras, las situadas en la costa, a empresas que están construyendo complejos turísticos en la zona.

"Pero eso es algo puntual, no es para nosotros una entrada permanente", aclara Cuevas.

La mayor parte de los socios de El Tangue ha invertido parte de sus ganancias de años anteriores.

"Muchos tenemos casas en Tongoy, un balneario a pocos kilómetros de la hacienda, las arrendamos en el verano, con lo cual también tenemos otros ingresos", añade Cuevas.

El administrador, hablando en un lenjuage simple que revela su origen humilde, explica que cada año avisan a los socios cuando tendrán dinero y cuanto tendrán para que no gasten, por anticipado, más de lo que van a recibir.

"Hemos llegado a esto después de varios años de sacrificio. Estamos concientes de que tuvimos una buena oportunidad al comprar estas tierras a un precio muy bajo y no la vamos a desperdiciar", afirma.

Los terrenos de secano en esta región de Chile tenían muy poca demanda hasta hace pocos años. Aquellos situados cerca del mar despiertan hoy mayor interés por el crecimiento del turismo, pero los del interior aún se mantienen muy poco requeridos porque carecen de agua y no son aptos para la agricultura en general.

En el caso de El Tangue, hay varios pozos y algunas otras fuentes de agua que son bien aprovechadas de modo que el lugar se aprecia bastante arbolizado, siendo una especie de granja modelo para los campesinos de la región.

Preocupados también del crecimiento de la población de El Tangue, Cuevas y los otros directivos de la sociedad ya están pensando en asignar pequeños sitios a los hijos de los socios para que ellos puedan construir sus casas.

La realidad de los socios y trabajadores de El Tangue es, en verdad, una excepción en la región de Coquimbo.

La mayoría de los pequeños agricultores de la región de secano se encuentra fuertemente afectada por la sequía. El ganado caprino se ha muerto por la falta de pasto y la producción de queso, carne, y leche ha bajado a niveles de subsistencia.

Debido a esto, el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) se vio obligado a conceder, sólo en 1995, créditos especiales por cerca de 575.000 dólares a los llamados comuneros agrícolas.

No obstante, los campesinos, agricultores y alcaldes reclaman más ayuda estatal para los afectados por la sequía.

Argumentando una petición en tal sentido, Isabel Allende, diputada socialista por la parte sur de la región de Coquimbo señalaba recientemente que la provincia de Choapa, en los tres últimos años ha tenido pérdidas por 25 millones de dólares a causa de la sequía.

Los embalses de la región están en los puntos más bajos desde que fueron construídos. La situación preocupa no sólo a los comuneros pobres, que no se benefician del agua de embalses, sino también a los productores y exportadores de uvas, principal cultivo local.

"De mantenerse la sequía creemos que podrian producirse hechos irreversibles", dijo el presidente de la Asociación de Exportadores de Chile, Ronald Bown, sobre la zona de Ovalle, en Coquimbo, donde se produce gran cantidad de uva de exportación. (FIN/IPS/gcm/ag/dv/96)

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe