El Banco Central de Chile adoptará desde el lunes medidas para elevar las tasas de intereses en un endurecimiento de la política monetaria que apunta a controlar el relativo desborde de la inflación en marzo.
Una vez concluido el feriado de Semana Santa, el banco "adoptará las medidas operativas necesarias" para que la tasa anual de créditos a 90 días, de 6,7 por ciento en la actualidad, se sitúe en el tramo de 7,0 a 7,5 por ciento.
La resolución comunicada al sistema financiero en las últimas horas del jueves responde a "la necesidad de hacer un pequeño ajuste en la política monetaria para consolidar y asegurarse que vamos a lograr la meta del 6,5 por ciento (de inflación)", señaló el Banco Central.
En marzo, el país tuvo el mayor aumento mensual del índice de precios al consumidor (IPC) en lo que va del año, de 0,7 por ciento, lo cual llevó la inflación del primer trimestre a 1,5 por ciento y la tasa anualizada a 7,9 por ciento.
Pese a que las autoridades restaron gravedad al IPC de marzo, se advirtió que la tendencia anual se sitúa 1,4 puntos por encima de la meta de 6,5 por ciento programada para este año por el gobierno y el Banco Central.
El ministro de Hacienda, Eduardo Aninat, estimaba hasta hace una semana que no había riesgos para el programa antinflacionario, aunque admitía una tendencia al aumento del gasto en relación al crecimiento del producto.
El encarecimiento del crédito persigue entonces los objetivos antinflacionarios por la vía de castigar el endeudamiento a corto plazo, predominantemente con fines de consumo, y estimular a la vez el ahorro interno.
El producto interno bruto (PIB) de Chile creció 8,5 por ciento en 1995, con una inflación de 8,2 por ciento, y este año las autoridades buscan evitar un "recalentamiento" de la economía y controlar el PIB en una tasa del orden de siete por ciento. (FIN/IPS/ggr/dg/if/96)