Los empresarios del Caribe que desafiaron la ley estadounidense Helms-Burton y decidieron comerciar con Cuba cuentan con la ventaja de que no deberán competir con el país norteamericano por la conquista de ese mercado, informaron funcionarios de la región.
Veinte ejecutivos de 14 empresas caribeñas retornaron de una gira de promoción comercial y de inversiones a Cuba entusiasmados con respecto a las perspectivas de los negocios que emprenderán en esa isla.
La misión contó con el auspicio de la Agencia de Desarrollo de Exportaciones del Caribe (CEDA), con sede en Barbados, y fue financiado por la Unión Europea.
Los empresarios que capearon la tormenta de la ley Helms- Burton, que intenta limitar las inversiones en Cuba, viajaron allí para investigar las posibilidades de negocios y muchos regresaron a sus casas con acuerdos potenciales o, incluso, ya concretados, según funcionarios regionales.
Un industrial de Trinidad y Tobago ya ordenó el envío de 12 contenedores de camisas a La Habana. Otro acordó la venta de refrescos. Otro empresario se apresta a enviar muestras en las próximas semanas.
El viaje tuvo por finalidad que los empresarios de la región obtengan nuevos mercados a la luz de la fuerte competencia que Mexico ejerce ahora en el principal destino de las ventas del Caribe, Estados Unidos, por su asociación en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Varias empresas se negaron a viajar a Cuba pues temieron perder la visa para ingresar a Estados Unidos y privilegios comerciales debido a las disposiciones de la ley Helms-Burton.
"Unas pocas empresas retiraron a sus ejecutivos de la misión a último momento. Creo que ésta era una decisión muy personal. Realmente temían perder sus visas", dijo el máximo directivo de la CEDA, Earl Baccus.
La ley Helms-Burton, cuya aprobación fue acelerada por el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, a causa del derribo de dos aviones civiles por parte de militares cubanos en febrero, establece sanciones contra países y personas que comercien con el país caribeño.
A pesar de que la misión se vio reducida en su integración, Baccus sostuvo que fue exitosa. "Fue una clara señal de que la gente frunce la nariz ante la ley Helms-Burton", dijo.
Los funcionarios de la CEDA se mostraron satisfechos pues ingresaron al mercado cubano temprano y sin la presión de tener que competir con empresarios de Estados Unidos.
Los países que integran la Comunidad del Caribe (Caricom) ya tienen cierto flujo comercial con Cuba. Las exportaciones a ese país ascienden a 335 millones de dólares anuales, de los cuales 300 millones corresponden a petróleo crudo y derivados.
El resto de las ventas caribeñas a Cuba consiste en jabón, detergentes, productos de belleza, alimentos enlatados y fertilizantes.
Las exportaciones de Cuba a la región suman unos ocho millones de dólares anuales, fundamentalmente en cemento y materiales para la industria de la construcción. (FIN/IPS/tra-en/bw/da/mj/if/96)