El futuro del embrionario Consejo para el Desarrollo del Comercio entre Estados Unidos y el Caribe se presenta incierto tras la muerte de Ron Brown, secretario de Comercio estadounidense y uno de sus principales inspiradores.
Brown murió este miércoles en un accidente aéreo ocurrido en Croacia. El secretario de Comercio era esperado en Jamaica para presidir los actos de lanzamiento del Consejo, los días 17 y 18 de este mes.
"No sabemos lo que ocurrirá ahora, si el Departamento de Comercio continuará apoyando la iniciativa", dijo Byron Blake, director de la Comunidad del Caribe (Caricom).
Diversas empresas estadounidenses habían indicado ya su voluntad de participar y ocupar un lugar en el Consejo, pero en opinión de Blake nadie puede estar seguro de que la reunión prevista para mediados de abril llegue a realizarse.
La presencia de funcionarios de Estados Unidos y de los países caribeños en la instalación del Consejo había sido una iniciativa del propio Brown.
El Consejo fue concebido como un mecanismo para que el sector privado caribeño pueda discutir sus problemas y aumentar sus relaciones con el empresariado estadounidense.
A la vez, el Consejo deberá ser un instrumento para promover la participación conjunta de los sectores público y privado, según Janice Bruce, directora de la División para la Región Andina y la Cuenca del Caribe, del Departamento de Comercio de Estados Unidos.
"Se trata de una asociación entre lo público y lo privado… trabajando junto con el gobierno y asegurando que los problemas del sector privado sean tenidos en cuenta a la hora de trazar la política gubernamental", dijo la alta funcionaria.
Brown había lanzado la idea de crear este consejo con ocasión de una reunión hemisférica de ministros de comercio realizada en Denver, Estados Unidos, en junio pasado.
Aquel encuentro se cumplió en aplicación de los acuerdos de la Cumbre de América, efectuada en Miami en diciembre de 1994 con la presencia de 33 jefes de Estado de la región.
El Caribe es el décimo socio comercial de Estados Unidos, que se beneficia de unos 40.000 empleos directos y otros 200.000 indirectos gracias a las compras de esta región.
Los gobiernos caribeños se proponen utilizar el Consejo para proseguir su presión en favor de un tratamiento comercial similar al que Estados Unidos otorga a México dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC). (FIN/IPS/tra-en/ip/mof/da/arl/if/96)