BRASIL: Telenovela a la caza de niños desaparecidos

La telenovela brasileña descubrió un problema real coincidente con los efectos dramáticos de sus historias: la búsqueda de niños desaparecidos.

La red Globo empezó a exhibir en marzo durante la novela de las 20:30 horas "Estalla corazón", fotos de niños que son buscados por sus madres. Por lo menos siete ya fueron encontrados.

El primer caso fue el de Celio de Almeida Garcia Junior, hoy de 13 años de edad, que su madre Rosemary Pedrosa Araujo buscaba desde hace una década. El niño había sido llevado por su padre a una lejana ciudad, Nova Xavantina, a 600 kilómetros de Brasilia, donde vivía el matrimonio antes de su separación.

El reencuentro paralizó a Nova Xavantina, de 18.000 habitantes, el jueves 14 de marzo. Celio pasó a vivir con su madre, secretaria de profesión, en Río de Janeiro.

Flavia Diniz Viana, operadora turística, también recuperó a su hija, Amanda Vieria, de cinco años, gracias a la telenovela, tres años después de que se separó de su padre, que desapareció con la niña.

Tres adolescentes buscadas por su familia fueron halladas en un centro de prostitución en un barrio turístico de Río. Un niño y una niña, descubiertos en centros de asistencia a menores abandonados, dijeron haber abandonado sus hogares para escapar a la violencia de sus padres.

Más que permitir el hallazgo de esos niños y adolescentes, la telenovela desató un gran movimiento nacional para enfrentar el problema de los desaparecidos, que según personas dedicadas al asunto suman decenas de miles por año en todo el país.

Tiempo atrás un experto arriesgó la cifra de 60.000, pero la abogada Cristina Leonardo, presidente del Centro Brasileño de Defensa de los Derechos de Niños y Adolescentes (CBDDCA), cree que "pueden ser muchos más".

La oficina del CBBDCA, situada en el centro de Río de Janeiro, se convirtió en cuartel general de la búsqueda de niños desaparecidos. Decenas de madres desesperadas congestionan diariamente el pequeño y cálido local y los dos teléfonos suenan ininterrumpidamente a causa de centenares de llamadas.

La demanda aumentó más del doble luego que la telenovela difundió las fotos y ahora supera la capacidad del equipo de diez sicólogos, abogados y personal administrativo, lamentó Cristina Leonardo.

Rosangela Menezes, dueña de una pequeña confección en Río, es una de las madres que piden al CBBDCA que la foto de su hijo Rafael, de 15 años, sea incluída en la telenovela.

Rafael desapareció hace 16 meses, luego de salir con unos amigos. "Era un muchacho normal, sin vicios", comenta su madre.

"La telenovela es nuestra gran esperanza", coinciden Rosangela y Elizabete Brugnera, una vendedora de seguros que dejó a su hijo de dos años y medio con la familia de su compañero, en la ciudad sureña de Porto Alegre, "para poder trabajar".

cinco años después, Elizabete se animó a buscar a su hijo. "Sé con quién está pero no dónde, ni bajo qué nombre, porque lo han registrado nuevamente como un niño abandonado", explicó al CBBDCA.

Ante tantos pedidos, provenientes de diversas regiones, Cristina Leonardo trata de estimular a las madres de otras capitales a "organizarse tal como lo hicieron las de Río y a promover una coordinación entre policias, órganos oficiales y no gubernamentales para tratar la cuestión de los desaparecidos.

La TV Globo también se dio cuenta de que su iniciativa despertó esperanzas y demandas que convergen a sus oficinas y teléfonos sin que esté preparada (o sea su función) atenderlas. Hace falta un organismo para coordinar la campaña, concluyeron sus empleados.

La inserción del tema en "Estalla corazón", por iniciativa de su autora Gloria Pérez, comenzó por la desaparición en la ficción de un niño de cerca de tres años, secuestrado por un supuesto comerciante de menores para su adopción ilegal.

Luego, otro personaje, una periodista, entrevista en Río a las "Madres de Cinelandia", que ya son cerca de un centenar y se reúnen los lunes en la tarde para discutir su problema común, los hijos desaparecidos, reclamar ayuda y protestar contra la ineficacia de la policía.

Otro grupo , las "Madres de la Se", en el centro de Sao Paulo, ya se está organizando, y otro, las "Madres de la Plaza X", planea aparecer en las mayores capitales del país, señala Cristina Leonardo.

El movimiento también desnuda ante decenas de millones de telespectadores la desagregación familiar, al revelar que son muchos los niños que "desaparecen" para no seguir siendo golpeados, evitar maltratos, conflictos y escapara a la ausencia de perspectivas en sus hogares. (FIN/IPS/mo/dg/pr/96)

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