El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, aceptó hoy la renuncia del ministro de Agricultura, José Eduardo Andrade Vieira, dos días después de la masacre de campesinos sin tierra en el norte del país, pero no habría sido ese el motivo de la decisión.
La muerte de por lo menos 19 "sin tierra" ametrallados el miércoles en Eldorado de Carajas, en el norte de Brasil, sólo precipitó el anuncio de un cambio ministerial que ya estaba prevista hace algun tiempo.
La salida de Vieira responde a la necesidad del gobierno de consolidar su mayoría en el Congreso, atendiendo a reclamos del conservador Partido Progresista Brasileño (PPB), coincidieron observadores políticos en Brasilia.
Cardoso sufre fuertes presiones del PPB, que desea tener un representante suyo en el ministerio, como contrapartida al apoyo parlamentario que viene ofreciendo al gobierno, como tercera mayor bancada en el Congreso, con más de 90 diputados y senadores.
Vieira pertenece al Partido Laborista Brasileno que poseía dos ministros, pese a su pequeña bancada en el Congreso. El PPB, con el triple de diputados y senadores, está fuera del gabinete.
La sustitución del ministro de Agricultura, luego de la masacre que provocó una conmoción nacional y numerosas manifestaciones de protesta, podría servir también para neutralizar una parte de esa repercusión negativa.
El ministro Vieira, un banquero y gran hacendado, era señalado como obstáculo a la reforma agraria por el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), que pedía insistentemente su renuncia.
Pero la perspectiva de atribuir la cartera al PPB, el partido heredero de los sectores más derechistas de la dictadura militar concluída en 1985, no permite prever ningun efecto positivo en la reducción de las tensiones rurales.
Los miembros del PPB apuntados como posibles futuros ministros, los diputados Hubo Biehl y Vadao Romes, están vinculados a la llamada "bancada ruralista", que representa los intereses de los grandes hacendados en el Congreso. (FIN/IPS/mo/ag/ip/96)
