El Movimiento de los Sin Tierra (MST) volvió a sus operaciones sorpresivas, al ocupar hoy un predio en Río Bonito de Iguazú, en el suroeste de Brasil, con una movilización récord de mas de diez mil personas.
Más de 3.000 familias convergieron en la madrugada hacia la Hacienda Giacometi, de 83.000 hectareas, propiedad de una empresa maderera de otro estado de Brasil, segun el MST.
Un gran campamento empezó a instalarse en las tierras ocupadas, en las que los campesinos querrían asentarse.
La ocupación tiene lugar una semana después que "sin tierra" de todo el país concurrieron a 18 capitales estaduales, en manifestaciones por la reforma agraria y contra el desempleo, a las que adhirieron desempleados, sindicalistas y marginados urbanos.
Con la ofensiva, el movimiento trató de conquistar un apoyo popular urbano, considerado vital para impulsar la reforma agraria y presionar al gobierno para que cumpla con su meta de asentar 60.000 familias este año.
El MST estima en 4,8 millones las familias de trabajadores rurales sin tierra existentes en el pais, mientras la concentración de la propiedad hace que 44 por ciento de las tierras -muchas de ellas improductivas- esté en manos de sólo uno por ciento de la población.
Las ocupaciones de predios improductivos es la táctica más común de los "sin tierra", que coordinan campamentos en 22 de los 27 estados brasileños, en los que viven mas de 30.000 familias a la espera de asentamiento.
El mes pasado, cerca de 1.500 familias ocuparon una hacienda en el sur de Pará, un estado amazónico donde los conflictos de tierra suelen ser muy violentos y provocar muertes. El gobierno estadual logró evitar los enfrentamientos, instalando a los campesinos en otras tierras.
Es en el sur del país, donde nació el MST hace once anos, que los campesinos sin tierra están mejor organizados. Sin embargo, es en Pontal de Paranapanema, región del interior de Sao Paulo, el estado más desarrollado de Brasil, que se registra una fuerte tensión desde el año pasado.
Más de dos mil familias acampadas en carreteras realizan sucesivas ocupaciones y la amenaza de enfrentamientos llevó a la justicia local a encarcelar a los líderes campesinos por dos veces este año. (FIN/IPS/mo/dm/pr-ip/96)