El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, sufrió abucheos al participar hoy en la conmemoración del descubrimiento de Brasil en Porto Seguro, en el nororiental estado de Bahia, un hecho que evidenció que la masacre de campesinos sin tierra afectó su autoridad.
Cerca de 250 "sin tierra", a los que se sumaron 100 indígenas, protagonizaron la manifestación de rechazo a las políticas del gobierno, acusadas de responsabilidad en la masacre, por no promover la reforma agraria y no asegurar tierras a los pueblos indígenas.
Porto Seguro, cerca de donde llegaron los portugueses en el año 1500, es actualmente un centro turístico. No muy lejos viven los indios pataxo, cuyas tierras son frecuentemente invadidas por hacendados, y en la región son también numerosos los campesinos que luchan por la tierra.
Los abucheos impidieron que hablasen cinco de los ochos oradores previstos para la ceremonia que conmemoró los 496 años del descubrimiento del país. El presidente logró hacerse oír en medio de los gritos, al sumarse a los reclamos y sugerir que todos gritasen por "justicia y democracia".
"No es hora de aprovecharse de cadáveres, sino de llorar por ellos y evitar que actos como ese se repitan", dijo Cardoso, refiriéndose a la muerte de 19 sin tierra durante la represión policial el miércoles pasado en Eldorado de Carajas, en la Amazonia oriental.
El gobierno central no puede ser acusado por la masacre, pero todos los que se niegan al diálogo deben asumir su responsabilidad, dijo el presidente en alusión al Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) que dirigía a los campesinos de Eldorado de Carajas y los manifestantes de Porto Seguro.
La gran repercusión de la masacre obligó al gobierno a buscar formas de acelerar el proceso de distribución de tierras. El Ministerio de Justicia fue encargado de elaborar un conjunto de medidas legales para eliminar las trabas a la reforma agraria.
El presidente del Congreso Nacional, el ex mandatario José Sarney (1985-90), defendió un la creación de un ministerio específico para impulsar la reforma agraria y tribunales exclusivos para conflictos sobre propiedad agraria, como forma de evitar que se repitan las matanzas en el campo.
Cardoso convocó una reunion este lunes con los jefes de los poderes Legislativo y Judicial, para buscar soluciones a la violencia rural y la impunidad de los asesinos.
Sepulveda Pertence, presidente del Supremo Tribunal Federal, propuso que los conflictos por la tierra sean juzgados por la justicia federal, lo que depende de aprobación parlamentaria.
El problema consiste en que los tribunales regionales están muy vinculados al poder local, en general dominado por hacendados.
Por este motivo, los fallos en primera instancia son casi siempre favorables a los terratenientes, acusados de estar por detrás de la violencia y los asesinatos contra campesinos.
Pertence manifestó sus sospechas sobre de esa realidad, incluso porque los procesos para expropiación de tierras improductivas, que serían destinadas a la reforma agraria, llegan a la suprema corte con errores tan groseros de las instancias inferiores que hacen imposible su aprobación. (FIN/IPS/mo/ag/ip/96)