ASIA: China, denominador común de la ecuación EE.UU.-Japón

Japón, tras haber asumido con Estados Unidos el papel de defensa de la seguridad de Asia, debe convencer a China de que continúa siendo un vecino amistoso, tras la ampliación de poderes de Tokio establecida por la extensión del pacto Alianza de Seguridad con Washington.

La edición de este viernes del destacado diario japonés "Mainichi Shinbun" señaló que Tokio debe ser "sumamente cauto" para evitar fricciones con nuestros vecinos" después de la firma el miércoles de la extensión del pacto de alianza.

Bajo los nuevos términos del pacto entre Japón y Estados Unidos, Tokio ofrecerá apoyo en la forma de alimentos y equipos a tropas norteamericanas en combate en Asia.

El vocero de la cancillería china Shen Guofang aconsejó este jueves a Japón proceder con "precaución" en la expansión de los poderes de sus Fuerzas de Autodefensa, o arriesgarse a causar alarma entre los vecinos regionales.

Beijiing podría haber respondido con más fuerza, según editoriales de prensa regionales, y hubiera preferido restar importancia a la visita de tres días a la región del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.

El "China Times", publicado en Taipei, sugirió que Beijing podría estar tomándose su tiempo para responder, considerando la visita de la semana próxima a China del presidente de Rusia, Boris Yeltsin, cuando, según especula el diario, se anunciarán lazos más fuertes entre Moscú y Beijing.

Japón, al igual que el mundo industrializado, está siempre atento a la apertura del gigantesco mercado chino, y no quiere alterar las relaciones.

A la vez, ante el reciente choque de sables en el estrecho de Taiwan y el latente temor de que Beijing apele a la fuerza militar para respaldar sus reclamos territoriales en el sur del Mar de la China, Tokio considera necesaria la presencia de 47.000 soldados estadounidenses en suelo japonés.

Este jueves China aclaró que no tiene intenciones de renunciar a sus reclamos territoriales, al advertir a Vietnam que se abstenga de buscar contratos para la explotación petrolera con países que "interfieran con la soberanía de China y sus derechos e intereses marítimos".

La reacción se produjo ante la reciente concesión a la empresa estadounidense Conoco de los derechos de extracción de petróleo y gas en el área del sur del Mar de la China, unos 300 kilómetros al sur de la costa vietnamita. El contrato "es ilegal y nulo", insistió un vocero de la cancillería china.

China y Vietnam han sido los más agresivos entre seis países que reclaman la totalidad o parte de las islas Spratlys, un archipiélago de 200 islas y arrecifes que tendría vastas reservas de gas natural.

Los otros estados que reclaman las islas, ubicadas en una zona estratégica de rutas de transporte marino de combustible y bienes, son Malasia, Brunei, Filipinas y Taiwan. Todos, exceptuando Brunei, ocupan ciertas islas del archipiélago.

Gobiernos regionales como Vietnam y Filipinas recibieron con beneplácito la noticia de que Estados Unidos mantendrá 100.000 soldados en la región, casi la mitad de los cuales están desplegados en Japón.

Japón "es consciente de que sólo apoyando a Estados Unidos se podrá contener la fuerza militar de China en Asia", explicó el analista de defensa y asesor del gobierno japonés Kazuhiko Ogawa.

Los analistas señalan que la cooperación entre Tokio y Beijing ha aumentado considerablemente, y sostienen que esto se debe en parte a que Japón, a diferencia de Estados Unidos, ha optado por resolver cualquier tipo de disputa de forma serena.

Tanto Estados Unidos como Japón, anticipando la posible reacción de China ante la extensión del pacto Alianza de Seguridad, intentaron minimizar el alcance del acuerdo diciendo que los nuevos poderes de Tokio son el simple reflejo de su propio interés por preservar la estabilidad en la región.

Clinton dijo que las disposiciones de seguridad tenían como meta estimular el papel "positivo y constructivo" de China en la preservación de la estabilidad y prosperidad de la región.

Por el momento, parecería que Beijing está dispuesto a aceptar este argumento. "Es nuestra esperanza que ambas partes (Estados Unidos y Japón) tengan una buena relación (…) para realizar esfuerzos conjuntos por la paz y la estabilidad en el mundo", dijo Shen. (FIN/IPS/tra-en/sk/cpg/lp/ip/96)

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