Los reclusos de la prisión de Villa Devoto, en la capital argentina, se amotinaron hoy y tomaron como rehenes a nueve guardiacárceles a quienes amenazan con asesinar si no se satisfacen sus reclamos.
Encapuchados, los presos ocuparon las terrazas de la unidad desde donde arrojan piedras. Uno de ellos empujó a un rehén a la cornisa apretándole un cuchillo contra el cuello y aadvirtió que lo matará y arrojará al vacío si las fuerzas de seguridad reprimen el movimiento.
Los amotinados reclaman la presencia del ministro de Justicia Rodolfo Barra para que medie en la crisis, que habría comenzado cuando los guardias impidieron un intento de los reclusos de elevar un petitorio a las autoridades del penal.
Según versiones de familiares que ingresaron a Villa Devoto, ya hay muertos quemados en los hornos como en la primera semana de este mes en la prisión de Sierra Chica, situada en la provincia de Buenos Aires, donde siete personas murieron en un sangriento motín.
Los familiares revelaron que en Villa Devoto se encuentran recluídos cabecillas de la rebelión de Sierra Chica que fueron trasladados como parte de los acuerdos de rendición.
La rebelión de Sierra Chica comenzó con la tentativa frustrada de fuga de un grupo de internos, duró ocho días y se extendió a 17 prisiones, cuyos reclusos demandaron mejores condiciones en las cárceles, reducción de penas y aceleración de procesos.
Los presos de Sierra Chica tomaron 17 rehenes, entre ellos la jueza María Malere, tres pastores evangelistas y guardias de la prisión.
Los cautivos salieron con vida, pero al menos siete presos desaparecieron tras el motín, y se estima que fueron asesinados y quemados en los hornos de la panadería del penal, donde se encontraron piezas dentales.
Ahora, los presos reclaman la presencia del ministro, la renuncia del director de la cárcel, la aceleración de procesos judiciales y la conmutación de penas. (FIN/mv/ff/ip/96).