El presidente argentino Carlos Menem ordenó hoy que se levante el secreto que rige para los decretos sobre venta de armas en el gobierno de su antecesor Raúl Alfonsín (1983-89), a fin de demostrar que la oposición de hoy también ofrecía armamento a países en guerra.
De esa manera, el mandatario salió al cruce de las acusaciones y sospechas que involucran a funcionarios del área de Defensa con la venta ilegal de armas a Ecuador en 1995, en plena guerra con Perú, mientras la documentación mencionaba que el cargamento iba a Venezuela.
Se trata de 8.000 fusiles Fal y 75 toneladas de municiones que llegaron a Guayaquil en febrero de ese año y provocaron un verdadero escándalo internacional.
La opositora Unión Civica Radical se colocó a la cabeza de los reclamos de renuncia del ministro de Defensa Oscar Camilión por su presunta responsabilidad en el trasiego de armas impulsado desde Fabricaciones Militares, una empresa que está bajo la órbita de esa cartera.
El diputado Horacio Jaunarena, que fue ministro de Defensa de Alfonsín, dijo hace una semana que el actual ministro debía renunciar por su responsabilidad política en el caso por el que ya fue procesado el interventor en Fabricaciones Militares.
Menem decidió este martes que se revelen los secretos que pesaron sobre los decretos de Alfonsín que, según las investigaciones periodísticas, habría vendido armas a Irán durante la guerra con Irak (1980-88).
"La mayor venta de armas fue durante el gobierno radical", acusó el presidente, quien en lugar de centrar la estrategia en profundizar la investigación del caso que preocupa hoy a la justicia eligió involucrar también a la oposición en el escándalo.
Pero Jaunarena negó que durante su gestión se hayan realizado "ventas clandestinas". El ex ministro aseguró que en las operaciones se establecía "con claridad a qué países estaban destinadas y a qué precios".
Menem anticipó que se realizará una investigación sobre el proyecto misilístico Condor II, que fue paralizado durante la gestión de Menem por pedido de Estados Unidos e Israel, que consideraban que se trataba de una tecnología que podría ser vendida a Medio Oriente.
El secretario general de la presidencia Alberto Kohan reconoció éste martes que la administración Menem suministró armamento a Bolivia, Panamá, Venezuela y Pakistán, ninguno de los cuales estaba en litigio al momento de firmarse los decretos que permanecieron secretos.
Sin embargo, el escándalo en Argentina se desató cuando la prensa reveló que las armas que, según los decretos habían ido a Venezuela, fueron en verdad a Ecuador cuando estaba en guerra con Perú, y las que iban con supuesto destino a Panamá, fueron a Croacia, también en guerra.
Ecuador y Croacia tenían embargos que les impedían la compra legal de armas. Argentina es garante de la paz entre Ecuador y Perú y había enviado cascos azules a Croacia, por lo que su participación en el tráfico fue considerada aún mas grave.
Asimismo, la venta no partió de una empresa privada sino de una compañía como Fabricaciones Militares, administrada por militares bajo la supervisión y dirección del ministerio de Defensa. (FIN/IPS/mv/dm/if-ip/96).