AMERICA LATINA: Estabilidad y dinamismo, la ecuación de Cepal

Consolidar la estabilidad y a la vez dinamizar la expansión económica es el desafío que Cepal expondrá a los gobiernos latinoamericanos y caribeños en su próxima conferencia ministerial en Costa Rica.

Desde el lunes 15 al sábado 20, San José se convertirá en la capital económica de la región, como sede del 26 período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que tiene su cuartel general en Santiago de Chile.

La secretaría ejecutiva que encabeza el guatemalteco Gert Rosenthal considera la próxima conferencia el momento adecuado para un balance del proceso económico regional de los años 90, marcado por la superación de la "década pérdida" de los 80.

La recesión que golpeó a latinoamericanos y caribeños en el anterior decenio fue, según Cepal, "una verdadera línea divisoria" y llevó a todos los países, con momentos y rasgos disímiles, a experimentar "fundamentales transformaciones".

El análisis de las características, méritos y vacíos de esos cambios, así como de sus proyecciones futuras, es la propuesta del documento base que presenta Cepal a la cita de San José: "Fortalecer el Desarrollo. Interacciones en Macro y Microeconomía".

"Decir que se pasó de una estrategia volcada hacia adentro a una de apertura, o de una etapa de mayor intervencionismo estatal a otra que privilegia las señales del mercado, sería trivializar la singularidad de un proceso de transformación muy complejo y aún en curso", advierte el estudio.

Los cambios, detonados por la crisis de la deuda externa que irrumpió en 1982, surgen del "monumental esfuerzo" de los países por adaptarse a nuevas condiciones, surgidas, en lo interno, del agotamiento de una modalidad de desarrollo, y en lo externo del fenómeno de la globalización económica.

Las reformas forzadas por ese proceso hicieron que la región ingresara en mejor pié al actual decenio, con síntomas de reactivación matizados por algunos sobresaltos, como el virtual estancamiento provocado en 1995 por las crisis financieras de México y Argentina.

Hoy está claro que América Latina absorbió el "efecto tequila" y que el modelo de apertura y desregulación está lejos de ser cuestionado, sin perjuicio de las lecciones que se desprenden de las turbulencias financieras de hace un año.

El balance de la mayoría de los 32 países latinoamericanos y caribeños indica que el crecimiento de las economías ha sido "respetable", pero a la vez "poco satisfactorio", advierte el documento de la secretaría ejecutiva de Cepal.

Tal crecimiento fue inferior al desempeño histórico, e insuficiente "desde la doble óptica del progreso técnico y la superación de los rezagos sociales", aclara Cepal.

Para superar esas insuficiencias, el producto interno bruto (PIB) de la región necesitaría crecer seis por ciento anual, lo cual requiere una inversión promedio de 28 por ciento del mismo PIB, señala el organismo regional.

En 1995, el PIB regional creció sólo 0,6 por ciento, en la década de los 80 lo hizo a un promedio de 1,3 por ciento y en la actual, el promedio es ligeramente inferior a tres por ciento.

Pero más allá de los números, el estudio de Cepal plantea un diagnóstico de la calidad de un modelo de desarrollo que presenta, junto a innegables progresos, puntos débiles no despreciables.

Entre estos últimos están la baja generación de empleo, la vulnerabilidad de los mercados financieros latinoamericanos y la concentración del dinamismo exportador en sectores ligados a la explotación de recursos naturales en desmedro de los bienes con valor agregado.

Instados por la agencia regional, que depende de la Organización de Naciones Unidas, los ministros que acudan a la cita de San José deberían responder al menos dos preguntas clave.

La primera: "¿Fue acaso acertada (en la década de los 80) la elección del conjunto de políticas que configuraron una nueva modalidad de desarrollo?", y la segunda y fundamental, "¿Qué rectificaciones cabría introducir a dicha modalidad para fortalecer el proceso de desarrollo?".

En una respuesta de primera instancia a este segundo interrogante, el documento invita a los gobiernos a centrar la atención "en el doble objetivo de consolidar la estabilidad y, a la vez, dinamizar la expansión económica".

Esto "supone necesariamente adentrarse en dos materias concretas: el desarrollo de la inversión y el desarrollo productivo", agrega el documento.

Según Cepal, los ejes ahorro-inversión y productividad-progreso técnico marcan la intersección de los escenarios macro y microeconómicos y del papel que en ellos corresponde a las instituciones estatales, privadas y sociales. (FIN/IPS/ggr/ff/if/96).

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