La deuda externa constituye la peor violación actual a los derechos humanos en América Latina, por aumentar los niveles de pobreza, afirmó hoy aquí la representante adjunta del Defensor de los Pueblos de España, Margarita Retuerto.
Retuerto, quien llegó a Tegucigalpa para auscultar la situación de los derechos humanos en este país centroamericano, sostuvo que es preciso condonar la deuda a los países pobres y revertir los esquemas de los modelos de ajuste económico.
"Estos modelos y la deuda externa son el principal yugo de los pueblos, cada vez más pobres y con menos posibilidades de desarrollo de América Latina", dijo.
"Si bien no puede haber derechos humanos sin desarrollo económico, conceptos como desarrollo y solidaridad deben unirse para no implantar modelos que no toman en cuenta la realidad del país receptor", afirmó.
Junto con el representante del estatal Comisionado de Derechos Humanos en Honduras, Leo Valladares, Retuerto anunció la realización, en octubre en Argentina, de una reunión entre los Defensores de los Pueblos o Comisionados de América Latina.
La cita busca evaluar la situación del endedamiento, el impacto de las medidas de ajuste económico y su repercusión en los niveles de pobreza.
Según estudios de las Naciones Unidas, en América Latina cuatro de cada diez personas son pobres, sin acceso a los servicios básicos de salud, vivienda y alimentación.
Leo Valladares, del Comisionado de Derechos Humanos de Honduras, dijo que en Argentina los defensores de los pueblos "buscarán soluciones a la deuda externa a través de estrategias de condonación".
España será uno de los países que encabezará las iniciativas que permitan el fomento de una cultura del reclamo en América Latina, señaló.
La nueva agenda en el plano de los derechos humanos, según el comisionado hondureño, abarca no sólo acciones en defensa del respeto a la vida y la integridad física sino también aspectos económicos, partiendo de que "los actuales esquemas neoliberales violan los derechos humanos".
América Latina tiene una deuda externa superior a los 400.000 millones de dólares, y hasta ahora las estrategias de condonación han fracasado. (FIN/IPS/tm/dg/if-hd/96).