Los presidentes de los países de América Central se reunirán la próxima semana en Nicaragua para suscribir un plan de acción en materia de desarrollo sostenible y turismo que permita alcanzar crecientes grados de integración en ese campo.
Los mandatarios harán una declaración de intenciones que luego los institutos de turismo de los distintos paíises deberán llenar con acuerdos sobre rutas turísticas, control de tarifas, promoción conjunta y una política común, entre otras cosas.
En esta d'17 reunión participarán los mandatarios de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, los países que participan en el proceso de integración centroamericano.
Según fuentes de la cancillería costarricense, sólo estará ausente el salvadoreño Armando Calderón Sol, quien recibirá en esas fechas a su par de Argentina, Carlos Menem. Calderón será representado por el vicepresidente Enrique Borgo.
El acuerdo sobre turismo constituye una de las tres partes en las que se dividirá la agenda de la reunión de los mandatarios.
Las otras dos partes tienen que ver con el trámite que se dará a las reuniones internacionales previstas y con la revisión del avance que ha mostrado la Alianza para el Desarrollo Sostenible (Alides).
Esa alianza fue suscrita por los presidentes en 1994 y constituye el marco del esquema de desarrollo social, económico y ambiental que pretende desarrollar la región.
Para Luis Guillermo Solís, embajador especial de Costa Rica en América Central, el problema más grave que atraviesan los acuerdos presidenciales en este momento es cómo pasar a la ejecución.
Según Solís, se requiere de uns institucionalidad que funcione. Señaló que existen 56 instituciones de integración regional, de las cuales funcionan muy pocas.
Las decisiones presidenciales tienen, a criterio del embajador, cuatro problemas básicos: falta de soporte técnico, excesiva vaguedad, indefinición respecto a quién o qué institución las debe ejecutar, nadie evalúa si se cumplen o no.
A estos escollos puede sumársele un quinto, y es que los presidentes toman las decisiones a escala regional pero deben cumplirlas en cada país como política nacional, indicó.
Es en ese plano donde se crea "toda un área gris" que aún no se ha podido atravesar, concluyó Solís. (FIN/IPS/mso/dg/if/96).