El gobierno de Chile aprobó el proyecto "Río Condor", de la empresa forestal estadounidense Trillium, para explotar el bosque nativo del extremo sur del país, pese al fuerte rechazo de sectores ecologistas nacionales y extranjeros.
Tras meses de discusiones entre sectores del gobierno, ecologistas y la empresa forestal sobre el impacto ambiental de la explotación de recursos naturales del país, la Comisión Regional de Medio Ambiente (Corema) decidió aprobar la "sustentabilidad ambiental" del proyecto.
El proyecto Río Condor se llevará a cabo en la provincia de Tierra del Fuego, 2.500 kilómetros al sur de Santiago, sector que cuenta con importantes reservas de bosque nativo. Al menos 108.000 héctareas de las 527 que posee Trillium corresponden a bosques de lenga, coigüe y ñirre.
La postura de Corema era esperada con expectación debido al negativo informe entregado por el Comité Tecnico de dicho organismo, que indicaba que el proyecto carecía de elementos que evaluaran su sustentabilidad.
Representantes de las comunidades de la zona llegaron este miércoles hasta la sede de la Intendencia Regional para manifestar su adhesión al proyecto, así como grupos medioambientalistas de la región se presentaron para mostrar su rechazo, informó el diario El Mercurio, de Santiago.
Corema dio su aprobación estableciendo que la empresa debe comprometerse a cumplir algunas exigencias planteadas por la Comisión Científica Independiente, integrada por más de un centenar de profesionales nacionales y extranjeros.
Corema exigió una nueva cartografía e inventario forestal, información que debe ser presentada junto a los planes de manejo que entrega la empresa cada cinco años, incluyendo planos topográficos, de red hidrográfica y estructura forestal.
Trillium se comprometió a destinar al menos 64.000 héctareas a reservas biológicas y presentar un invetario de toda la propiedad con caracterización de los recursos, con una intensidad de muestreo de un punto de observación cada 50 hectáreas.
Además, Corema solicitó a la empresa un informe anual de los resultados de todos los estudios de mayor relevancia contemplados en el programa de control, incluyendo suelos y recursos hídricos, para evaluar periódicamente la sustentabilidad del proyecto.
Las primeras obras de construcción comenzarán a mediados de 1997 para llegar a una plena capacidad de producción en 1999, momento en el cual los aserraderos estarán entregando un millón de metros cúbicos de madera al año.
La primera fase demandará una inversión de 125 millones de dólares y contempla la creación de fábricas de muebles, de chapas y de una planta de papeles de fibra.
Aunque a los ecologistas de la región no les causó sorpresa la decisión de Corema, anunciaron que apelarán al Comité Ejecutivo de la Comisión Nacional de Medio Ambiente, porque consideran que no se respetó el informe del Comité Técnico.
Manuel Baquedano, director del Instituto de Ecología Política, afirmó que Trillium cuenta con el apoyo del cogobernante Partido Socialista, que considera que la implementación del proyecto generará nuevos puestos de trabajo para los habitantes de esta zona austral. (FIN/IPS/mjc/ag/en/96)