Alemania abandona su meta inicial de reducir 25 por ciento hacia el 2005 sus emisiones de dioxido de carbono (CO2), un compromiso proclamado en la Conferencia sobre Cambio Climático, realizada hace un año en Berlín a iniciativa de la Organización de Naciones Unidas.
El gobierno corrigió la promesa formulada el 5 de abril de 1995 por el canciller (jefe de gobierno) Helmut Kohl y la emisión de CO2, causante del recalentamiento de la Tierra, sólo será dentro de nueve años 20 por ciento inferior al nivel de 1990.
El portavoz del gobierno, Peter Hausmann, señaló que el recorte de emisiones contaminantes es en realidad responsabilidad de la industria y no de las autoridades nacionales.
La opinión científica mayoritaria cree que el CO2 provoca el efecto invernadero, que aumenta la temperatura del planeta. Al disolver hielos polares, el calor determina el crecimiento del nivel de los océanos y amenaza así la supervivencia de islas y zonas costeras bajas.
Según Hausmann, la industria es consciente del papel que le corresponde en el caso. Las empresas alemanas comprometidas voluntariamente en la anunciada dismunición de 20 por ciento de las emisiones consumen en conjunto tres cuartas partes de la energia utilizada por la industria del país.
Luego de un ano de negociaciones con los Ministerios de Medio Ambiente y Economia, la industria aceptó someterse a un sistema independiente de control, que estará a cargo del Instituto de Investigacion Económica de Essen, una ciudad situada 110 kilometros al norte de Bonn.
El Instituto de Essen controlará no sólo el cumplimiento de las metas de reduccion de emisiones, sino que también el necesario cambio en la producción de las firmas voluntariamente incorporadas al programa.
Hausmann explicó que el gobierno gestionará ante la Unión Europea la exoneración de Alemania de los impuestos que gravan la emisión de CO2. El desgravamiento está condicionado a la efectiva disminución de los humos de CO2 y a la aplicación de otras medidas de protección del clima.
Hubert Weinzierl, presidente de BUND, una organizacion ambientalista alemana afiliada a la organizacion no gubernamental Amigos de la Tierra, radicada en Estados Unidos, consideró que "el gobierno elude su responsabilidad de proteger el clima".
Según Weinzierl, la transferencia a las empresas del compromiso de reducción de emisiones "sirve al gobierno de excusa para no hacer nada por la defensa de la naturaleza".
Su crítica fue compartida por el Círculo para la Protección de la Naturaleza (DNR), un grupo de vanguardia en materia de defensa del ambiente.
"El apoyo voluntario de la industria" al combate contra el cambio climático "parece tener como resultado la prescindencia del gobierno alemán", manifestó Sascha Mueller-Kraenner, portavoz de DNR.
"La industria ha prometido la reduccion de emision de CO2 por unidad de produccion y no en términos absolutos, lo que puede conducir a emisiones superiores si la economía crece rápidamente", dijo Mueller-Kraenner.
"Mientras el gobierno destaca éxitos" en el territorrio de la ex Repúublica Democrática Aleman, "la emisión de CO2 en la región occidental aumentó cuatro por ciento respecto de 1990", alertó Michaele Hustedt, portavoz de asuntos de ambiente del grupo parlamentario Alianza 90/Los Verdes.
Las emisiones en el este de Alemania disminuyeron 48 por ciento desde 1990, aunque hubo un incremento en 1995, a causa de la mayor circulación de automóviles.
Mientras, en la zona occidental aumentaron de 705 millones de toneladas en 1994 a 729 millones en 1995, y el registro en todo el país fue de 839 millones de toneladas.
Los pronósticos son de persistencia del incremento de emisiones, dijo Michael Mueller, vocero de asuntos de ambiente del bloque parlamentario del Partido Socialdemócrata.
El instituto de investigación Prognos, con sede en Suiza, calculó que en el 2005, Alemania sólo reducirá 10 por ciento sus emisiones de CO2 respecto del nivel de 1990 si el gobierno no cambia su actitud de simple "observador".
Hacia el 2020, la dismunición será de 13,5 por ciento, de mantenerse la tendencia observada, predijo Prognos.
"Este pronóstico no sólo significa un golpe en la cara para el gobierno aleman sino que ademas es una triste declaración de derrota en la lucha por la protección del clima", afirmó Mueller. (FIN/IPS/raj/ff/en/96).