Rusia y Ucrania continúan adelante con sus proyectos de programas nucleares, pese a los cuestionamientos replanteados esta semana ante la proximidad del 10 aniversario del accidente de Chernobyl.
Aún ante dificultades financieras y la creciente polémica sobre el destino de la planta nuclear de Chernobyl, afectada por el mayor accidente de la historia el 26 de abril de 1986, Ucrania intenta basar su futuro abastecimiento de energía en fuentes atómicas.
Para superar una severa crisis energética y reducir la dependencia de Rusia, Ucrania está abocada a programas de desarrollo nuclear que aumentarán 50 por ciento su producción en el 2020.
En Moscú, Aleksandr Lapshin, director de energía nuclear del Ministerio de Energía Atómica (MinAtom), sostuvo que durante los próximos 15 años Rusia continuará produciendo alrededor de 12 por ciento de la electricidad del país en centrales nucleares.
Algunas regiones de Rusia son más dependientes de las plantas nucleares que otras. En el área central, alrededor de 50 por ciento de la energía proviene de plantas nucleares y 30 por ciento en la región del Volga. En el 2010, Rusia requerirá entre 130 y 160 kilovatios de electricidad.
Para mantener la contribución de la energía nuclear en 12 por ciento, la capacidad energética total deberá ser aumentada de los actuales 22.000 megavatios a 28.000 megavatios. Esto significa que Rusia deberá construir 15.000 megavatios de nueva capacidad, es decir al menos 15 nuevos reactores.
Pero grupos amientalistas como Greenpeace no consideran el desarrollo de la energía nuclear como la respuesta al abastecimiento de electricidad en la Unión Soviética, en particular como resultado de las dudosas condiciones de los viejos reactores atómicos.
Rusia se prepara para construir hasta 20 nuevos reactores en los próximos 20 años, denunció en Londres Antony Froggatt, de Greenpeace, y recordó que una moratoria a nuevos proyectos ha sido suspendida.
Parte del problema, según el activista de Greenpeace, es la insuficiencia energética de los países de la ex Unión Soviética, que gastan "entre seis y ocho veces más de sus productos internos brutos por unidad de energía producida que los países occidentales".
Actualmente los 14 reactores y cinco plantas nucleares de Ucrania producen un tercio de la electricidad del país. Kiev planifica poner a punto cinco reactores más antes del 2000.
La financiación de tres de las plantas dependerá de la capacidad de Ucrania para lograr préstamos extranjeros, en especial aquellos pagables con la producción de electricidad.
Según las autoridades, en 1995 se requirieron 426 millones de dólares para mantener en funcionamiento las centrales existentes, incluyendo 140 millones para reparaciones y 130 millones para mejorar la seguridad.
Pero las centrales ucranianas han experimentado una serie de peligrosos accidentes y cierres debido a la falta de mantenimiento adecuado, y la comunidad internacional presiona por la clausura de muchas de ellas.
El año pasado, el Departamento de Energía de Estados Unidos divulgó un informe sobre la falta de seguridad en centrales nucleares del ex bloque soviético.
Cuatro plantas fueron consideradas bajo alto riesgo: los reactores de Ignalina en Lituania, Metsamor en Armenia, Kola en Rusia y Chernobyl en Ucrania. Todos son plantas ex soviéticas de similar diseño y construcción. (FIN/IPS/tra-en/mom/rj/lp/en/96)