Mandatarios de países árabes se reunirán la próxima semana para adoptar una posición conjunta sobre la amenaza de un accidente nuclear en Israel, ante informes de prensa sobre posibles filtraciones de desechos radiactivos de una planta atómica secreta.
La televisión israelí informó la semana pasada que la planta de Dimona utiliza contenedores viejos para almacenar agua contaminada. En los últimos años hubo varios reportes sobre contaminación radiactiva del agua subterránea del Desierto de Negev, cerca del reactor nuclear de Dimona.
El ministro de Ambiente israelí, Yossi Sarid, negó repetidamente que los desechos radiactivos almacenados en el Centro de Investigación Nuclear de Negev (CINN) constituyan un peligro para la población, el ambiente o los reservorios de agua, pero los rumores persisten.
La Liga Arabe, de 22 miembros, anunció este lunes que se reunirá la próxima semana para discutir la situación, a solicitud de la Autoridad Nacional Palestina.
El objetivo de la reunión consiste en forjar una posición común ante la amenaza y reclamar una inspección internacional de las plantas atómicas de Israel para evitar una "catástrofe nuclear" en la región.
El CINN de Dimona es aún una instalación secreta, considerada el sitio de fabricación y almacenamiento del arsenal nuclear de Israel, estimado entre 100 y 200 bombas.
Israel nunca confirmó oficialmente la posesión de armas nucleares, y se niega a suscribir el Tratado de No Proliferación Nuclear y dejar inspeccionar sus instalaciones hasta firmar tratados de paz con todos los países árabes.
Los residuos se almacenan en la misma planta, que también recibe desechos de otras instalaciones. Dimona queda a sólo 60 kilómetros de la frontera con Egipto.
Sarid afirmó que los desechos se manejan de acuerdo con estrictas reglas de seguridad y que se asignaron fondos para introducir nueva tecnología.
Mientras, la Comisión de Energía Atómica de Israel señaló que "la disposición de los estratos de roca impide cualquier posibilidad de contaminación del agua subterránea en el área".
El Ministerio de Medio Ambiente, que controla el aire, la tierra y el agua de la región circundante a Dimona, afirmó que "no se encontró ningún signo de contaminación radiactiva que pueda representar un peligro potencial para la población".
Sin embargo, los rumores sobre contaminación ambiental persisten desde los primeros reportes de prensa, en 1993, de que un área de Negev frecuentada por excursionistas -llamada El Pequeño Cráter- había sido contaminada por agua radiactiva de Dimona.
Los detalles sobre lo ocurrido son aún confusos. Inmediatamente después del incidente, el militar a cargo del Comando Sur, general Matan Vilnay, ordenó el cierre del área, a excepción de las principales rutas de excursión.
Sarid reconoció que las pruebas revelaron manchas de radiación en el fondo del cráter, pero insistió en que el lugar es "seguro desde el punto de vista de la salud y el medio ambiente".
Los niveles de radiación en la mayoría de las muestras de El Pequeño Cráter son similares a los del resto del país, pero en una franja del fondo del cráter, el nivel es superior al promedio nacional, reconoció el ministro.
"Es razonable suponer que la radiación de estos puntos procede, entre otras fuentes, de las aguas residuales que en el pasado provenían de estanques de oxidación del CINN", agregó. Sin embargo, los resultados de las pruebas no fueron publicados.
"No disponemos de información para seguir con los estudios", señaló el profesor Lev Fishelson, especialista en medio ambiente de la Universidad de Tel Aviv. "Sospechamos que hubo una serie de incidentes similares pero nunca pudimos aproximarnos lo suficiente para confirmar nuestras sospechas", añadió.
Bernard Lown, físico nuclear de la Universidad de Harvard galardonado con el premio Nobel de la Paz, advirtió sobre Dimona ya a comienzos de 1993. Lown fundó la organización no gubernamental Físicos Internacionales para la Prevención de la Guerra Nuclear.
"El reactor de Dimona es una bomba de tiempo. Es viejo, obsoleto y probablemente deja filtrar radiactividad", afirmó el científico. (FIN/IPS/tra-en/jmp/rj/ml/en/96)