AFRICA: El frijol de soja, alimento salvador

Millones de africanos estarán a salvo de la desnutrición si se estimula en el continente el consumo del frijol de soja, una fuente relativamente barata de proteínas, afirmaron nutricionistas.

"La soja tiene el más alto valor proteico de todas las plantas conocidas. Contiene hasta 40 por ciento de proteínas y 20 por ciento de lípidos", destacó Derek Waymark, del Programa Técnico de Alemania (GTZ), que promueve la legumbre en Kenia.

"Con una parte de soja y tres partes de maíz por persona y por comida se obtiene una dieta balanceada; por eso se utiliza como alimento de emergencia en todo el mundo", explicó Waymark a IPS.

La soja se originó en China hace más de 2.000 años. Es un alimento básico en el sudeste asiático y a comienzos del siglo pasado fue introducida a Europa y Estados Unidos, donde ganó popularidad debido a su versatilidad.

"Se pueden hacer muchas cosas con la soja. Se puede producir alimento para bebés, leche, y se puede hornear pan y pasteles, entre otras cosas. El residuo puede utilizarse como alimento animal", señaló Waymark.

El frijol puede emplearse también como sustituto de la carne, y además tiene la ventaja de que "puede almacenarse dos o tres años sin deteriorarse ni perder su valor nutricional, como sucede con el maíz".

El cultivo de la soja es muy fácil, "lleva de tres a cuatro meses, y como cultivo rotativo, puede realizarse junto con el maíz o el trigo", observó el científico.

Pese a todas estas ventajas, pocos africanos comen soja. El continente consume sólo 600.000 de las 125 millones de toneladas producidas anualmente en todo el mundo, y sólo unos pocos países africanos la cultivan, entre ellos Sudáfrica, Nigeria, Zimbabwe, Zambia y, en menor escala, Malawi, Uganda, Kenia y Egipto.

"La demora de la llegada del cultivo a Africa se debe a distintas razones. En primer lugar, los africanos, y especialmente los kenianos, gustan de comer carne, y además, en los últimos 30 años no hubo demasiada presión en materia de territorio y población", puntualizó Waymark.

Sin embargo, con la disminución de la tierra cultivable y el crecimiento de la población, "la demanda de alimentos aumenta, causando un creciente déficit de proteínas procedentes de carne de pescado, vaca, oveja o cabra".

Como resultado, se produce la desnutrición. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) prevé que el número de desnutridos crónicos en Africa aumentará 50 por ciento al alcanzar los 300 millones para el año 2010, indicó Jacques Diouf, director general del organismo.

Kenia no es la excepción. Más de 34 por ciento de los niños menores de cinco años de este país de Africa oriental presentaban anomalías moderadas o graves en su desarrollo en 1993.

Para combatir la desnutrición, algunas empresas locales, en cooperación con UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) desarrollan alimentos de alta calidad en base a soja. Una de tales compañías es House of Manji.

"Desde que comenzó la producción en 1992, entregamos más de 13.000 toneladas de alimentos procesados y más de 9.000 toneladas de galletas a UNICEF, el PMA y numerosas organizaciones no guernamentales", indicó Stuart Allison, de House of Manji, en una declaración que obtuvo IPS.

Los productos fueron utilizados para alimentar refugiados de Burundi, Etiopía, Ruanda, Somalia y Sudán, agregó Allison.

Pero Kenia, cuya demanda anual se estima en 30.000 toneladas, continúa importando frijol de soja de la vecina Uganda y, a menos que la producción aumente, deberá incrementar la importación.

"Para el año 2010, la demanda de Kenia ascenderá a 150.000 toneladas", predijo Waymark, quien desrrolló el cultivo en Uganda hace 32 años. (FIN/IPS/tra-en/mn/jm/kb/ml/dv/96)

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