Aviones de la compañía francesa Air France (France) y la venezolana Viasa estuvieron a punto de chocar cerca de la capital de Venezuela, por error de la torre de control de su aeropuerto, mientras Estados Unidos estudia proscribir su tráfico aéreo con este país.
Entretanto, una comisión parlamentaria que investiga contratos gubernamentales para dotar de sistemas de control a los aeropuertos recomendó un voto de censura para el ministro de Transporte y Comunicaciones, Ciro Zaa.
La noche del lunes, un airbus de Air France, con capacidad para 260 pasajeros y procedente de Bogotá, volaba sobre llanuras de Venezuela cuando solicitó y obtuvo autorización para subir a 35.000 pies de altura.
En sentido contrario y por la misma aerovía, Caracas-Bogotá, volaba a 33.000 pies un Boeing 727 de Viasa, que puede llevar 140 pasajeros, y las naves quedaron colocadas en curso de colisión.
Rafael Delima, piloto de Viasa, relató que un minirradar conocido por las siglas TCAS, presente en el 727 porque deben tenerlo todos los aviones que vuelan a Estados Unidos, activó su alarma anticolisión y recomendó un ascenso inmediato.
La nave de Viasa ejecutó rápidamente la maniobra y su tripulación pudo ver el paso cercano del avión de Air France, con cuyos tripulantes dialogaron luego para coincidir en que existió el peligro de choque.
Ramón Gómez, presidente del sindicato de pilotos de Viasa, dijo al diario caraqueño El Universal que "no pasa un mes sin un incidente como este", e indicó que existen informes con quejas de aerolíneas como la portuguesa TAP y la holandesa KLM.
"No queremos aparecer en la última página de los diarios", advirtió Gómez, al recordar que "desde la militarización" trabaja en el control de aeropuertos "algún personal que no cumple con todas las exigencias de la Organización de Aviación Civil Internacional".
Los controladores civiles, empleados del Ministerio de Transporte y Comunicaciones, fueron a un conflicto en enero de 1995 que enlenteció el tráfico aéreo, y el gobierno ordenó entonces la militarización de las torres de control.
Efectivos de la Fuerza Aérea dirigen las torres, sin accidentes que lamentar pero con decenas de quejas por parte de pilotos que deben extremar precauciones al guiarse por las órdenes de esos centros de control.
En paralelo, los aeropuertos deben modernizar sus instalaciones de radar y radioayudas, de comunicaciones y transmisión de datos, de información meteorológica y para el combate y la extinción de incendios.
El gobierno abrió un proceso de licitación para proveerse de esos equipos, pero en medio de sospechas de corrupción que llevaron a una investigación parlamentaria, con un informe preliminar que destaca irregularidades en esa operación.
Entretanto, la autoridad de aviación civil estadounidense (FAA, por sus siglas en inglés), efectúa una revisión de los sistemas de control y atención de emergencias en los aeropuertos venezolanos.
Venezuela es categoría "B" según la FAA, lo que significa que se encuentra en período de observación, desde octubre. Si regresa a la "A", las aerolíneas venezolanas podrán volar a Estados Unidos, pero si desciende a la "C" esos vuelos quedarán proscritos. (FIN/IPS/hm/jc/tr/96)