Si la reacción estudiantil es una señal, las maniobras militares de Beijing en el Estrecho de Taiwán no tendrán el efecto deseado de amedrentar y alejar a los votantes de la isla, durante las elecciones presidenciales del sábado.
Desde las aulas de clase en el sur de Taiwán, hasta las calles de Taipei, en el norte de la isla, la reacción es más de desafío que de temor, mientras el fervor nacionalista parece ganar terreno, sobre todo en la joven generación del país.
Durante el fín de semana en Taipei, alrededor de 25.000 personas, en su mayoría estudiantes universitarios, realizaron demostraciones en la capital para protestar por las maniobras militares chinas en el estrecho.
"Independencia de Taiwán, no unificación con China", decían los cartelones desplegados durante las marchas efectuadas el sábado en Taipei.
Entretanto, el gobierno local evacuó a centenares de personas de tres pequeñas islas en el estrecho debido a la nueva fase de ejercitaciones iniciada este lunes. Solo unas pocas docenas de civiles quedaron en el archipiélago, situado a menos de 20 kilómetros de la zona de operaciones navales.
Taipei, además, alertó a sus fuerzas militares acantonadas en las islas del estrecho como medida precautoria.
El almirante James Ellis, jefe de las fuerzas navales estadounidenses que navegan en la proximidad de Taiwán, declaró abordo del portaaviones "Independence" que "estamos aquí para comprobar que ambos bandos zanjan pacíficamente sus diferencias".
Funcionarios chinos en Beijing previnieron que "una lluvia de bombas atómicas caerá en Los Angeles si Estados Unidos interviene en cualquier ataque futuro contra Taiwán".
Winston Lord, subsecretario estadounidense de asuntos regionales, declaró que las amenazas formaban parte "de una retórica inconsistente emanada de funcionarios de baja categoría".
Entretanto, en un ambiente más calmo, en la Universidad Nacional Sun Yat Sen, en Kaoshiung, sobre la costa meridional de la isla, los estudiantes escucharon una disertación de su profesor sobre relaciones chino-taiwanesas.
"Nos agrada comerciar, hacer negocios y comunicarnos con ellos (los chinos)… pero insisten que Taiwán es parte de la República Popular, y en eso ninguno de nosotros está de acuerdo", dijo el catedrático Der-ming Lieu.
Más de 20 estudiantes de economía, cuyo futuro está ligado al esquema capitalista de mercado de Taiwán, respondieron con un rotundo "no" cuando les preguntó si querían pertenecer a la República Popular.
Sin embargo, la afirmación del docente que ningún taiwanés quiere la reunificación, no es exacta. También durante el fín de semana, otros manifestantes protestaron contra la política del candidato presidencial favorito, Lee Teng-hui.
Lo que pretenden es una reunificación a través de un proceso de negociación pacífico, y culparon a Lee por la ruptura de conversaciones con Beijing, tras la visita del mandatario a Estados Unidos en junio con el pretexto oficial de visitar la Universidad de Cornell, donde estudió.
Beijing consideró ese viaje como un nuevo intento de Lee para fomentar la independencia de la isla.
Debido a esos antecedentes, China inició a principios de marzo una nueva fase de pruebas misilísticas y ejercitaciones bélicas en las inmediaciones del Estrecho de Taiwán, para disuadir a los isleños que elijan a Lee como presidente.
Beijing cree que el partido nacionalista taiwanés, Kuomintang, liderado por Lee, está trabajando encubiertamente en favor de la independencia y descartando cualquier posibilidad de reunificación con la República Popular.
El Kuomintang, que abandonó el continente chino tras ser derrotado por las fuerzas comunistas de Mao Tse Tung, ha gobernado Taiwán desde la finalización del dominio colonial japonés en 1945.
El hecho que el 23 de marzo sea la primera vez que la isla realice elecciones presidenciales directas tambien es visto con gran recelo por parte de Beijing.
"La República Popular está preocupada por el símbolo, el significado de una elección presidencial directa, lo cual es una declaración de independencia, de soberanía de Taiwán", observó Der-ming.
En lo que respecta a Joseph Lyu, el comicio presidencial directo es solamente eso, y nada más… "Hay un pueblo, un territorio, entonces se realizan elecciones presidenciales porque se trata de un régimen democrático. Por supuesto, es una nación independiente", dijo el banquero de 39 años.
Sin embargo, Lee ha declarado en numerosas oportunidades que Taiwán no tiene intenciones de declarar su independencia.
Bajo las condiciones de Taipei para la reunificación, que datan de 1991, China y Taiwán son consideradas "dos áreas distintas bajo la jurisdicción de dos entidades políticas diferentes". Expresa que la reunificación solo debería tener lugar a través de "medios pacíficos y con la garantía de los derechos humanos fundamentales, la democracia y el imperio de la ley".
Los pasos para la reunificación tambien prevén que ambos bandos reconozcan mutuamente su existencia como entidades políticas.
Es justamente por esa plataforma que Lee y otros funcionarios gubernamentales han rechazado las maniobras militares que Beijing se propone continuar hasta después de las elecciones en la isla.
Las ejercitaciones tienen lugar en una zona terrestre y marítima a 18,5 kilómetros de las tres islas exteriores taiwanesas que se encuentran al norte del estrecho.
"China jámas prometió desistir del uso de la fuerza", declaró en Beijing el vocero del Ministerio de Exteriores, Shen Guofang, el fín de semana. Agregó que China, no obstante, está buscando medios pacíficos para la reunificación.
"Sin embargo, si Taiwán declara su independencia o fuerzas extranjeras invaden los límites de Taiwán, entonces usaremos todos los medios necesarios para proteger la soberanía de nuestro país y su integridad territorial", dijo Shen.
La referencia a "fuerzas extranjeras" esta vinculada al envío por parte de Washington de dos portaaviones a las aguas vecinas de Taiwán, advirtiendo que defenderá a Taipei en la eventualidad de cualquier ataque militar contra la isla. (FIN/IPS/tra- en/rc/cpg/ego/ip).
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