China teme que las primeras elecciones presidenciales directas en Taiwan otorguen al país insular mayor legitimidad para proclamar su independencia, lo cual originó los juegos de guerra intimidatorios en curso, según analistas políticos.
Si se instaura en Taiwan un gobierno efectivamente democrático después de décadas de régimen autocrático, la posición de Taipei se fortalecería ante el mundo y haría difícil una reunificación pacífica, dijo Byron Weng, profesor de Política en la Universidad China de Hong Kong.
"Beijing considera a la democracia un instrumento de la independencia de Taiwan", dijo Weng.
Los analistas también perciben que los taiwaneses se opondrían a la reunificación con China después de acostumbrarse a una democracia plena.
Beijing desarrolla desde comienzos de este mes ejercicios militares en los alrededores de Taiwan con la finalidad de intimidar a la ciudadanía de la isla. El actual presidente, Lee Teng-Hui, tiene firmes posibilidades de resultar reelecto en los comicios de este sábado.
El gobierno de China afirma que el Partido Nacionalista (Kuomintang) de Lee pretende, en forma encubierta, la independencia, a pesar de que el mandatario se pronunció en reiteradas oportunidades a favor de la reunificación.
El Kuomintang gobierna Taiwan desde el fin del régimen colonial japonés en 1945, y abandonó dos años más tarde el territorio continental chino tras su derrota a manos del Partido Comunista.
Desde entonces, Beijing considera que Taiwan es una provincia renegada y asumió la reunificación como una importante meta política. En ese sentido, advirtió que invadirá la isla si su gobierno declara la independencia.
"Detrás de la amenaza contra la independencia, hay otro blanco que es la democracia. El gobierno de China no quiere democracia en Taiwan, pues sería un mal ejemplo para la población continental", dijo el analista Michel Bonnin, del Centro China Contemporánea de Hong Kong, un instituto privado.
"¿Cómo explicaría Beijing que Taiwan, una simple provincia de China, será la única que contará con un 'gobernador' electo democráticamente?", se preguntó Bonin.
Para el analista, acusar a Lee de impulsar la independencia de Taiwan es parte del juego de China para estorbar la instauración de un gobierno plenamente democrático en la isla.
"Beijing evita con mucho cuidado dar una imagen antidemocrática. Entonces, declara que las medidas que refuerzan la democracia en Taiwan son, apenas, un complot para promover la independencia", explicó Bonin.
Del mismo modo se calificó al gobernador de Hong Kong, Chris Patten, cuando intentó instaurar un régimen democratico en el enclave. Las autoridades de China sostuvieron que se trató de un complot para mantener la influencia de Gran Bretaña luego de la transferencia de la colonia a Beijing.
Bonin dijo que los líderes de China se dan cuenta que un gobierno adquiere mayor legitimidad después de elecciones democráticas, y, por eso, declararon en reiteradas oportunidades que Taiwan es tan sólo una provincia.
El analista militar Tai Ming Cheung, del instituto Kim Eng Securities de Hong Kong, recordó que Beijing "apuntaba en el pasado contra la declaración formal de la independencia y contra la intervención extranjera, pero ahora no es tan claro en qué consiste la 'independencia"'.
Lee ha sido cuidadoso en no abogar por la independencia para Taiwan, reivindicación que sí está presente en la plataforma del radical Partido Democrático del Pueblo (DPP).
Otros observadores sostienen que los ejercicios bélicos en el estrecho de Taiwan también constituyen una manifestación de la lucha por el poder en Beijing ante la proximidad de la muerte del líder Deng Xiaoping, de 92 años.
"La postura de China respecto de Taiwan es la consecuencia lógica del sistema político imperante en la República Popular China", sostuvo Werner Meissner, cientista político de la Universidad Baptista de Hong Kong.
Desde 1989, cuando se produjo la sangrienta represión al movimiento estudiantil en la plaza Tiananmen, en Beijing, las autoridades de China "se enfrentan al desarrollo de estructuras democráticas modernas en la periferia del 'imperio', en Hong Kong y en Taiwan", afirmó Meissner.
Los analistas, de todos modos, afirman que los ejercicios militares de Beijing, que recomenzaron el martes a apenas 50 kilómetros de los principales puertos de Taiwan, parecen estar a punto de finalizar, pues el respaldo a Lee entre la ciudadanía aumentó desde que se dispararon los primeros misiles. (FIN/IPS/tra- en/ys/cpg/mj/ip/96)