China reanudó hoy sus mayores juegos de guerra en el estrecho de Taiwan, mientras analistas políticos sostienen que la extensión de las maniobras militares es tan provocativa como intimidatoria.
La última serie de maniobras, retrasada un día debido al mal tiempo y planificada para cubrir el período de las elecciones presidenciales del 23 de marzo en Taiwan, sitúan la presión de China más cerca del territorio de Taiwan y de rutas clave a lo largo de las 125 millas del canal.
Los juegos de guerra de China, que ya llevan dos semanas, podrían involucrar a más soldados y dañar aún más el tráfico marítimo y el comercio en el área, según analistas asiáticos y occidentales en Taipei.
China también ha repetido advertencias de que Estados Unidos no debe interferir. Washington despachó dos portaviones a la región para aliviar las tensiones y vigilar a China, que ha prometido invadir Taiwan si la isla declara la independencia.
Un portaviones estadounidense, el USS Independence, ya se encuentra en las aguas cercanas a Taiwan y un segundo, el USS Nimitz, en camino desde el Golfo Pérsico, deberá arribar antes del 23 de marzo.
Este martes en Beijing el vocero del cancillería Shen Guofang apeló a duras palabras para condenar lo que considera la interferencia de Estados Undos en sus "asuntos internos", e hizo un llamado a Washington a que ponga fin a su "insolente demostración de fuerza, la cual aumenta las tensiones en el estrecho de Taiwan".
Durante las últimas dos semanas, China disparó cuatro misiles no armados M-9 cerca de importantes puertos de Taiwan, mientras en la entrada sur del estrecho se realizaron maniobras de lanzamiento de misiles y bombas con docenas de aviones y barcos chinos, que deberán finalizar este miércoles.
China, que considera a Taiwan una provincia separatista, lanzó los ejercicios militares para acallar un incipiente movimiento de independencia, y acusa al saliente presidente Lee Teng-Hui, el candidato favorito para las elecciones del sábado, de estimular un creciente fervor independentista.
Lee encabeza el Partido Nacionalista, el Kuomintang, que abandonó China continental tras haber sido derrotado por los comunistas, y está en el poder en Taiwan desde el fin del régimen colonial japonés, en 1945.
Las nuevas maniobras militares se producen junto a esfuerzos políticos por lograr un acuerdo. El canciller chino, Qian Qichen, deberá reunirse el mes próximo con su colega estadounidense, el secretario de Estado Warren Christopher. En el pasado, las reuniones entre ambos altos diplomáticos han aliviado las tensiones.
En abril, delegados de Estados Unidos y Taiwan deberán sentarse en Washington a la mesa de negociaciones para la revisión anual de las necesidades de defensa de la isla.
En lo que analistas interpretan como una señal de que la guerra no es inminente, este lunes Beijing hizo un llamado a un desarrollo económico más acelerado en las provincias chinas frente a Taiwan, y subrayó que las alianzas políticas no deben afectar los lazos económicos.
Aún así, los analistas predicen que China mantendrá la presión militar tras la elección del sábado, aunque un tono conciliador del nuevo presidente podría hacer descender la temperatura.
"China estará a la espera de una declaración de concesión del nuevo líder electo", dijo un observador occidental en Taipei.
La nueva serie de maniobras militares, incluyendo fuerzas terrestres, navales y aéreas, ser realizará a diez millas marinas de Wuchiu y Matsu, dos islas de Taiwan cerca de la costa china.
A fines de la década de 1950, China atacó Matsu y Quemoy, otra isla controlada por Taiwan en la puerta de entrada del continente, tras lo cual Estados Unidos envió buques de guerra para defender Taipei. Tanto China como Taiwan han evacuado a cientos de personas que viven en las islas del estrecho.
Como parte de las maniobras, tropas chinas avanzaron sobre áreas de la isla Pingtan, controlada por China, en lo que podría ser un modelo de invasión a Taiwan, dijeron analistas de defensa en Taiwan.
La nueva serie de maniobras militares es significativa porque sitúa la presión militar más al norte a lo largo de la costa de China y más cerca del extremo norte y más vulnerable del estrecho de Taiwan, señalaron analistas occidentales.
China podría expandir las maniobras militares para incluir rutas marítimas en ambas entradas del estrecho y restringir las vías marítimas y aéreas utilizadas por Japón, Hong Kong, Corea del Sur, y otros países asiáticos para el comercio y el abastecimiento de energía y otros materiales industriales.
La medida ha generado temores de que China intente intensificar su táctica de bloqueo y dañar aún más la economía de Taiwan. Las maniobras ya interrumpieron los vuelos aéreos, la pesca y el tráfico marítimo en el área, con altos costos.
"Asia apela a Estados Unidos para mantener el libre movimiento en las aguas internacionales", dijo un analista asiático.
Diarios de Taiwan informaron que inversores presas del pánico ya retiraron dinero de los bancos para cambiarlo por dólares estadounidenses, mientras la semana pasada el gobierno gastó 1.500 millones de dólares para sostener el mercado de valores.
Analistas militares de Taiwan creen que Beijing podría tomar otras medidas provocativas, como enviar aviones de guerra sobre la línea central del estrecho de Taiwan, lo cual ciertamente provocaría una respuesta militar de Taiwan.
Un bloqueo en una de las islas más pequeñas también resultaría provocativo para Taiwan, dijeron analistas.
Más preocupante sería que China destinara más armamento naval a juegos de guerra y renovara las presiones sobre el extremo norte del estrecho de Taiwan, lo cual cerraría importantes rutas marítimas, concitando la reacción de Japón y otros países asiáticos.
Beijing también podría designar nuevas áreas para ser blanco de misiles, impidiendo que barcos y pescadores utilicen el canal, en cuyo caso "estaría construyendo el escenario para que la situación escalara a una gran crisis", dijo un diplomático asiático. (FIN/IPS/tra-en/rc/cpg/lp/ip/96)