El disparo hoy de tres misiles balísticos de China cerca de la costa de Taiwán fue calificado por analistas occidentales como parte de una "guerra psicológica" destinada a desalentar el separatismo en la isla y crear conciencia sobre la posibilidad de un bloqueo.
China lanzó este viernes tres misiles a zonas previamente delimitadas, ubicadas en aguas internacionales pero peligrosamente cercanas a los dos principales puertos de Taiwán, Kaohsiung y Keelung, iniciando una serie de ejercicios militares que se prolongarán una semana.
Beijing restó importancia al hecho declarando que las fuerzas independentistas constituyen para la isla una amenaza mayor que los ejercicios militares, pero funcionarios de gobierno admitieron que las pruebas tienen por fin desalentar el separatismo en Taiwán y quitar apoyo electoral a su presidente, Lee Teng-hui.
Lee, principal candidato a las primeras elecciones presidenciales directas de Taiwán, previstas para el 23 de este mes, es acusado por Beijing de procurar mayor reconocimiento diplomático para la isla y de impulsarla hacia la independencia. China considera a Taiwán como una provincia renegada.
El canciller chino Qian Qichen dijo que lo realmente preocupante es que "los independentistas, con apoyo de algunas fuerzas internacionales que intentan dividir a China, continúen en su camino equivocado".
"Eso sería un verdadero desastre", habría advertido Qian a los representantes de Taiwán en la sesión anual del parlamento, el Congreso Nacional del Pueblo, según la agencia oficial de noticias New China News.
Los cohetes disparados este viernes se acercaron más a Taiwán que los lanzados el pasado año, tras una visita de Lee a Estados Unidos que enfureció al gobierno chino.
Dos de los misiles M-9 tierra a tierra aterrizaron a unos 77 kilómetros al oeste de Kaohsiung, en el sur de la isla, y otro cerca de Keelung, en el norte, según el Ministerio de Defensa de Taiwán, que calificó los ejercicios como "una brutal intimidación".
Los M-9 tienen un alcance de 600 kilómetros. Aunque pueden cargar unos 500 kilogramos de explosivos, los cohetes de prueba no están armados, pero se cree que llevan instrumentos especializados de monitoreo.
Las pruebas, que se prolongarán hasta el 15 de marzo, fueron anunciadas el martes, y desde entonces el ejército de Taiwán, de 400.000 soldados, ha estado en alerta máxima. Además de las pruebas con misiles, se prevé que China realizará ejercicios anfibios a escala moderada con unos 150.000 efectivos.
"Esto es una guerra psicológica, destinada a crear conciencia de la capacidad de China de iniciar un bloqueo", dijo un experto militar occidental en Beijing.
El bloqueo constituye la principal estrategia de China contra el separatismo de Taiwán, pero Beijing ha amenazado incluso con invadir la isla si ésta declara su independencia.
Sin embargo, observadores occidentales creen que China, aún con su poderoso ejército, no sería capaz de montar y sostener una invasión contra Taiwán, cuyos avanzados equipos militares son suministrados por países occidentales.
Los analistas también señalaron que un bloqueo de China a Taiwán podría ser sancionado con una suspensión del comercio y la inversión por parte de países industrializados, y también podría provocar una respuesta militar de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur.
"Se trata de un juego peligroso", advirtió otro observador occidental. "China quiere mostrar que realmente cumplirá sus amenazas, y en el pasado ha demostrado que está dispuesta a pagar el precio", añadió. (FIN/IPS/tra-en/rc/lnh/ml/ip/96)