RUSIA: Moscú ahora abastece a EE.UU. de motores misilísticos

No solo la Guerra Fría sino tambien la Carrera Espacial quedó oficialmente concluída. Los mayores fabricantes estadounidenses de mísiles se están volviendo ahora a los científicos rusos, expertos en cohetes, para llevar adelante una nueva generación de impulsores de satélites.

La Asociación de Ciencia y Producción Valentín Glushko, basada en la ciudad de Khimki, cerca de Moscú, ha ganado una licitación para proveer a la firma espacial estadounidense Lockheed-Martin con motores de cohetes para su nueva generación de impulsor Atlas 2AR.

El nuevo motor RD-180 ha sido desarrollado mediante una compañía mixta con la norteamericana Pratt y Whitney, y es una versión modificada del RD-170, actualmente en dotación en los impulsores rusos Zenith y Energiya. La firma Pratt y Whitney, que forma parte de United Technologies, ha invertido 150 millones de dólares en Energomash.

Hasta hace poco, se tenía entendido que el contrato iría a manos de otra firma rusa, el complejo de Ciencias e Ingeniería Dvigateli, con sede en la ciudad de Samara, que ofreció su motor de cohete NK-33, desarrollado en un principio para el Programa Lunar soviético en los años '70, pero luego guardado en naftalina.

La única empresa estadounidense que participó en la licitación fué Rocketdyne, una división de Rockwell International, pero su motor aún no ha superado la fase del diseño técnico.

Dvigateli NK tiene su 72 NK-33s en perfecto estado y las pruebas en California demostraron que es utilizable en impulsores estadounidenses. La compañía ha estado trabajando junto la firma norteamericana Aerojet y aceptó vender 72 motores a 1,1 millones de dólares, además de otros cinco millones por la licencia de fabricación en Estados Unidos.

En contraste, los Energomash RD-180s fueron vendidos en 30-40 millones de dólares cada uno. "La producción de los motores RD- 180 en Rusia podría generar pedidos por valor de 1.000 millones de dólares en un período de 20 años", estimó un alto funcionario del Ministerio de Defensa.

No obstante, en diciembre, el ministerio ruso bloqueó el acuerdo hasta que el contrato fuera revisado, para evitar fallas sobre factibilidad comercial.

Otro alto funcionario del ministerio dijo que el precio ni siquiera cubría el costo de producción de los motores. "Además, cinco millones de dólares por una licencia es absurdo… Ese tipo de tecnología de alto nivel cuesta por lo menos 150 millones de dólares", apuntó.

Hubo mucha frustración con las objeciones estadounidenses para la venta de tecnología de cohetes a países como India, con el pretexto de los tratados de desarme en vigor, porque Moscú consideró las trabas como un flagrante intento de poner fuera de carrera a los comerciantes de tecnología espacial rusa.

Sin embargo, tras ponerse de acuerdo en los términos, el Ministerio de Defensa aprobó en marzo la transacción. Doce Dvigateli NK-33s en existecia serán enviados en breve a Estados Unidos y Aerojet ha aceptado, entre otras cosas, de pagar el precio total de los motores contra entrega, en lugar del 20 por ciento como se convino primero, a pesar de que el valor de venta seguirá siendo un millón de dólares cada uno.

Los arreglos sobre la licencia han sido ampliados para permitir a la Agencia Espacial Rusa, que respaldó el acuerdo por el RD-180 en lugar del contrato del NK-33 y tiene participación en el desarrollo de ambos motores, compartir los beneficios por la venta de la licencia del NK-33.

United Technologies ya está muy atareada en Rusia. Además de instalar nuevos elevadores en la catedral moscovita de Cristo Redentor, su división Pratt y Whitney esta colocando las turbinas en los nuevos aviones a reacción rusos Tupolev Tu-204 e Ilyushin Il-96-300.

Esto tambien puso en competencia a Energomash con Dvigateli NK, que produce su propio motor de aviación, el NK 93, el cual está considerado ligeramente superior a sus iguales estadounidenses.

La empresa planea usar los procedimientos de la venta de los motores cohete NK-33 para financiar completamente el esfuerzo del NK-93 R&D. Dvigateli NK y Aerojet confían que el motor NK-33 sea instalado tambien en los impulsores del satélite Delta de EE.UU.

Pero la competencia, en un mercado de miles de millones de dólares, no se detiene allí. "Energomash tiene toda la intención de ampliar su presencia en el mercado estadounidense", afirmó un funcionario de la compañía. El año pasado formó una empresa mixta con Pratt y Whitney para vender otro motor cohete en Estados Unidos, el RD-120M, una versión modificada del RD-120.

Las pruebas del motor fueron efectuadas en Estados Unidos el año pasado. Existe la intención de emplear el RD-120 como impulsor de cohetes livianos para poner en órbita satélites de comunicación y telemetría, además de vehículos de investigación con peso superior a 500 kilos.

Rusia y Estados Unidos proyectan convenios que todavía los puede convertir en aliados en el esfuerzo de romper la tenaza europea en el campo del lanzamiento comercial de satélites espaciales. El grupo francés Arianspace realiza actualmente el 60 por ciento de todos los lanzamientos comerciales en el mundo, un negocio estimado en 1.500 millones de dólares anuales.

Lockheed Martin y las compañías espaciales rusas Khrunichev y Energía integraron una empresa mixta para lanzar satélites comerciales, que comenzará a operar este mes. Boeing, junto con Energía y la fábrica ucraniana de mísiles Yuzhnoye, lanzará satélites comerciales desde buques a partir de 1998, mientras Loral, Energía y el monopolio ruso de gas, Gazprom, comenzarán el año próximo a enviar al espacio satélites de comunicaciones de bajo costo. (FIN/IPS/tra-en/ai/rj/ego/sc).

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