los desaparecidos tenían entre 21 y 30 años, y más de 15 por ciento eran menores de edad.
"Ahora, con mas madurez, veo que cometimos errores, pero éramos criaturas defendiendo causas absolutamente abandonadas por la dirigencia política", añade José.
"En ése tiempo, los modelos eran el Che Guevara, Salvador Allende. La coherencia era un valor supremo. De la misma manera que hoy perdió prestigio el compromiso político, en los años 70 si algo era descalificado rotundamente por la juventud era la indiferencia".
Luciana Bersi, de 20 años y aspirante a socióloga, confirma la versión. "Ahora hay pocos jóvenes preocupados por asuntos sociales, y la mayoría no tienen ideales. Sus ídolos son los músicos, no están politizados, no leen y les interesa solo hacer plata".
"Creo que los jóvenes de los 70 eran más humanos, menos individualistas y frívolos que los de ahora. Ellos tenían un sentimiento fuerte de justicia, de rebeldía, y ahora, en cambio los jóvenes están como dormidos. Puede ser que sea por tantos años de dictadura", piensa Luciana.
Otros recuerdos se agolpan en la memoria de Ricardo Lauría, un comerciante de 43 años. El golpe le dolió, pero no lo sorprendió. "Había pasado tantas veces, que era sólo una vez más", dice, aludiendo a los cinco golpes de Estado que precedieron al último de la historia argentina.
"El país estaba estancado, yo trabajaba en una acería, en la parte de exportación, y hacía un año que iba a la oficina y no hacía nada", asegura.
Ante la falta de perspectivas, Ricardo decidió entonces convertirse en distribuidor de frutas y verduras por cuenta propia, y comenzó una carrera ascendente en lo económico.
Ahora, con 13 años de democracia, Ricardo vive su peor momento económico, aunque eso no lo amedrenta. La recesión que atraviesa Argentina desde hace un año y medio lo afectó seriamente, pero de todos modos, en mayo de 1995 votó por la reelección del presidente Carlos Menem.
"Yo nunca estuve como ahora, siempre pude sortear todos los obstáculos. Pero a los 43 años tengo que trabajar el doble o triple que antes. Ni con la dictadura estuve tan mal, pero no me quejo porque sé que si este gobierno no hace las cosas bien, podemos elegir a otro", reflexiona.
En cuanto a la capacidad de los políticos para resolver los problemas, tiene sus reservas. "Los políticos son una banda de delincuentes, es una verguenza porque este país tiene muchas riquezas, pero ellos se las roban", sentenció.
Pese a la difícil situación que él mismo describe, Ricardo está convencido de que no puede haber otro golpe de Estado. "Eso es historia, es como la guerra mundial, ya pasó, ya fue", asegura.
Tampoco Luciana cree que el sistema democrático pueda ser destruído nuevamente. "No sé mucho de eso, pero pienso que cuando había dictadura en Argentina, también la había en otros países de América Latina y ahora son todos gobiernos democráticos. Así que no creo en las posibilidades de ninguna tentativa golpista", opinó.
Así mismo, muchos observadores políticos señalan que, aunque el fantasma se agite alguna vez, no hay condiciones para un nuevo golpe en Argentina.
Derrotados en la guerra de las Malvinas, los militares comenzaron un lento repliegue. La democracia los juzgó por sus crímenes y luego los perdonó, pero al mismo tiempo les fue quitando tantas prebendas y limando tanto sus partidas que hoy no conservan ni la sombra de su antiguo poder.
Desde la recuperación de la democracia en 1983, los fondos asignados al Ejército pasaron de 587 millones de dólares a apenas 132 millones en 1995.
Los militares que se rebelaron contra los gobiernos de Raúl Alfonsín (1983-1990) y de Menem perdieron influencia en el ejército, especialmente desde la última y más sangrienta tentativa, ocurrida en 1990 y que tuvo un saldo de 30 muertos.
La sociedad y sus instituciones cambiaron decididamente desde aquel día fatídico de marzo y aún cuando el sistema democrático parece incapaz de encarar con creatividad y eficacia los serios desafíos que se le presentan, los argentinos, más maduros en lo cívico que hace dos décadas, no quieren volver a caer en la trampa. (FIN/mv/ff/ip/96)