Asia y la Unión Europea (UE) se preparan para enfrentarse en una larga batalla por la liberalización de las telecomunicaciones, a pesar de las promesas de estrechar las relaciones comerciales pronunciadas en la cumbre conjunta celebrada en Bangkok este mes.
Funcionarios de la UE afirman que los países de Asia están retrasados en cuanto a la apertura de sus telecomunicaciones, fuertemente protegidas.
Las negociaciones dirigidas a reducir las barreras de esa industria actualmente se dirimen en Ginebra, sede de la Organización Mundial del Comercio (OMC), cuyos integrantes están comprometidos a lograr un acuerdo a fines de abril.
El Comisario de Comercio de la UE, Leon Brittan, reclamó a los gobiernos asiáticos la semana pasada en Bangkok la firma de un acuerdo que, alegó, podría acelerar el crecimiento del sector, la generación de empleos y la competitividad en ambos continentes.
Brittan reiteró a un grupo de empresarios europeos en Bruselas la semana pasada que la apertura del mercado en esta área crucial traería beneficios para todas las partes involucradas.
"Esto acelerará el desarrollo económico en los países que mantienen barreras innecesarias y ofrecerá importantes oportunidades a quienes procuran entrar a mercados hasta ahora cerrados", dijo.
La UE sostiene que varios países de Asia, entre ellos India, Indonesia, Malasia, Tailandia y Singapur, no presentaron todavía sus propuestas de liberalización de las telecomunicaciones ante la OMC.
"Más de la mitad de los 50 países que participan en las negociaciones aún no puso una oferta inicial sobre la mesa", se lamentó un vocero de Brittan.
Es que los países de Asia no están del todo convencidos de la necesidad de un acuerdo. Representantes de Indonesia, Malasia y Tailandia expresaron en Bangkok sus dudas acerca de la concesión a Europa de un acceso más fácil al emergente sector de las telecomunicaciones.
"La industria regional no es todavía lo suficientemente fuerte para enfrentar la competencia extranjera. Primero, se nos debe permitir la construcción del sector. La competencia podrá venir después", dijo un experto de comercio de Tailandia.
Otros asiáticos argumentan que los servicios de telecomunicaciones juegan un "papel estratégico" en las economías nacionales y, por lo tanto, no deben ser considerados igual que otros sectores.
Organizaciones no gubernamentales de Asia y Europa reunidas en Bangkok poco antes de la cumbre afirmaron que los reclamos de la UE con respecto al sector deberían ser rechazadas por los gobiernos asiáticos.
"Los líderes de Asia deben resistir las demandas de la UE para abrir los sectores como el marítimo o el de telecomunicaciones o correrán riesgo de bancarrota de las industrias locales y mayor explotación de los trabajadores a manos de compañías multinacionales", declararon.
La UE argumenta, de todos modos, que un acuerdo de la OMC sobre esta industria debe aprobarse antes del fin de abril, tal como fue programado.
"Las telecomunicaciones son la sangre de una economía saludable y competitiva. Es un sector particularmente importante para los proveedores de servicios de alcance mundial, como la banca, los seguros, la navegación o las consultorías en ingeniería", dijo Brittan.
La principal preocupación es asegurar que el floreciente sector de la telecomunicación en Asia se desregule. Funcionarios de la UE se quejan porque varios países de la región mantienen "grandes restricciones" a las inversiones extranjeras.
La UE sostiene que su oferta es "la más liberal" efectuada hasta ahora en el marco de la OMC.
El bloque diseñó una estrategia para la apertura progresiva del sector para 1998, aunque persistirán algunas restricciones a la propiedad extranjera de los servicios de telecomunicación en Bélgica, España, Francia y Portugal.
Estados Unidos también promete abrir su sector a la competencia internacional, a condición de que haya un compromiso en ese sentido de otros integrantes de la OMC.
El representante de Estados Unidos, Mickey Cantor, alertó en una carta al director general de la OMC, Renato Ruggiero, que su país abandonará las conversaciones si se plantean ofertas inadecuadas.
La UE y países asiáticos sellaron el año pasado un compromiso de liberalizar los servicios financieros del que Washington se mantuvo al margen.
Estados Unidos advirtió al bloque europeo que se estableció un "mal ejemplo" a los países de Asia al mantener algunos obstáculos a la inversión extranjera después de 1998.
La UE manifiesta a Estados Unidos que, en lugar de reñir entre ellos, deberían presionar juntos por la liberalización de los mercados asiáticos.
"Los problemas que tenemos entre nosotros son insignificantes en comparación con los que tenemos ambos con Asia", dijo un funcionario de la UE. (FIN/IPS/tra-en/si/rj/mj/if/96)