Todavía el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA)es apenas un deseo para el año 2005, pero ya comenzó a dar frutos para el millar de empresarios de 34 países concentrados desde hoy en esta ciudad del Caribe colombiano.
"Es lo que llamamos cosecha temprana, la solución de problemas que tenemos en estos momentos para el comercio y la inversión en nuestros países", dijo el colombiano Jorge Ramírez, coordinador del foro empresarial que acompaña la reunión ministerial del ALCA.
En Cartagena se dieron cita los ministros de Comercio Exterior de 34 países del hemisferio (Cuba no participa) para seguir "trazando el mapa" de una zona que libere el intercanbio de bienes y servicios y las inversiones desde Alaska hasta la Patagonia. Ese especio debe estar negociado para el año 2005.
Ya los misnistros se reunieron en Denver (Estados Unidos) en 1995, por mandato de la cumbre de las Américas celebrada en 1994 en Miami con el presidente Bill Clinton como anfitrión.
Pero los gobiernos decidieron que el proceso de negociación del ALCA sea acompañado por los representantes del sector privado, que decidieron recoger sus propuestas en un foro este martes y miércoles.
En paralelo, y como un beneficio adicional del proceso, los empresarios provenientes de los 34 países sostendrán una jornada de rueda de negocios, antes de preparar sus recomendaciones para los ministros.
Ramírez dijo que espera proponer mecanismos que permitan la incorporación permanente del sector privado a la negociación entre estados, "con base en los tres principios definidos por los presidentes" a partir de Miami.
Estos son, explicó, que se produzca una integración abierta, "para no crear un sistema de murallas alrededor del continente" y acomodarse a las disciplinas de la Organización Mundial de Comercio, incluso superándolas "en algunas áreas".
En tercer lugar, Ramírez mencionó la necesidad de "reconocer la heterogeneidad, pues en el hemisferio existen países grandes, medianos y pequeños".
Hacia el ALCA se avanzaría por tres vías: ampliaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), convergencia de los esquemas subregionales e integración y negociación hemisférica de una especie de Ronda Uruguay, como la que hizo nacer a la Organización Mundial de Comercio.
"Lo importante, como decimos los campesinos, no es cerrar postillos (puertecillas), sino abrir caminos. Los empresarios no excluímos vías y lo importante es que tengamos un entendimiento jurídico multilateral para que la integración sea expedita", señaló.
Ramírez también comentó, en diálogo con periodistas en Cartagena, la reticencia que crece en Estados Unidos respecto de la integración hemisférica, en tanto el Congreso ha privado al presidente Clinton de autoridad para negociar aceleradamente (fast track) la ampliación del TLC.
"Estados Unidos tiene un claro interés en el proceso de creación del ALCA y creemos que una vez creada esa zona se van a aclarar las interferencias bilaterales", que la dificultan, dijo Ramírez.
De cualquier manera "esperar para negociar el ALCA, que no exista ninguna crisis en el hemisferio, parece un poco utópico", dijo. "Si tenemos un mar tormentoso, pues lo que se necesitan son buenos pilotos", expresó Ramírez.
Entretanto, los empresarios siguen abocados a su "cosecha temprana" para resolver problemas específicos, "como por ejemplo los mecanismos de definición de las normas técnicas. Todas las autoridades nacionales invocan el derecho a definirlas".
"Esa heterogeneidad dificulta al comercio. Nosotros aspiramos a que las autoridades nacionales se coordinen para certificar esas normas" impuestas sobre los bienes que se comercian, declaró Ramírez.
Uno de los talleres en que los empresarios debatirán su aporte al ALCA y la simultánea "cosecha temprana" identificará las trabas derivadas de esa heterogeneidad que marca las normas técnicas, las de origen y los procedimientos aduaneros, y recomendará medidas para simplificarlos.
Otro analizará oportunidades que ofrece el mercado ampliado del ALCA en actividades como la agroindustria, a la que afectan barreras para-arancelarias como normas zoo y fitosanitarias, e incentivos a la producción y a las exportaciones.
Otros talleres estudiarán en Cartagena los aspectos legales, canalizarán la información recogida por los grupos de trabajo de los gobiernos, estudiarán las oportunidades de los empresarios en infraestructura y el desarrollo humano sostenible.
Un comité finalmente analizará la globalización de los procesos productivos, una vez que se estandarizan diseños y componentes, se utiliza personal más calificado e insumos de mejor calidad y menor costo y se establecen sistemas comunes de información y comercialización.
De todas maneras, recordó Ramírez, "los empresarios buscan ayudar y hacen propuestas. Las decisiones las toman los gobiernos".(FIN/IPS/hm/dg/if/96)