Brasil, los países africanos lusófonos y la búsqueda de una solución internacional justa para Timor Oriental se cuentan entre las principales prioridades del mandato que hoy inició el nuevo presidente de Portugal, Jorge Sampaio.
Jorge Fernando Branco de Sampaio, abogado de 56 años, resistente estudiantil al régimen de Antonio de Oliveira e Salazar y Marcello Caetano (1926-1974), ex alcalde de Lisboa y ex secretario general del Partido Socialista, reemplazó en el cargo a Mario Soares, presidente de Portugal en los últimos 10 años.
Tras reconocer que el destino de Portugal se juega en el concierto de 15 naciones que forman la Union Europea (UE), Sampaio recordó "el papel histórico" de su país, que hace 500 años expandió en los cuatro puntos cardinales "una lengua que hoy es usada por más de 200 millones de personas".
Durante su presidencia de cinco anos, expresó que dará especial importancia a las relaciones con Brasil, que con sus 160 millones de habitantes hace del portugués la primera lengua de América del Sur -donde existen 152 millones de hispanoparlantes- y el mayor país lusófono del mundo.
Asimismo, dará prioridad a la continuación de la relación histórica, linguística y cultural con los cinco países africanos de expresión portuguesa (Angola, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique y Santo Tome-Príncipe), y "con el martirizado pueblo de Timor Oriental".
Aseveró que continuará la política de Soares, así como de apoyo a las Naciones Unidas, para encontrar "una solución justa e internacionalmente aceptada" para Timor, ex colonia portuguesa del archipiélago de Java, invadida por Indonesia en 1975, acción que costó la vida a un tercio de sus 650.000 habitantes.
Garantizó también que proseguirá la política de buenas relaciones con China, tendientes a velar por la defensa de los intereses de los portugueses que permanecerán en Macao tras la devolución del enclave luso a Beijing en diciembre de 1999.
Reafirmó la continuidad de las "relaciones atlánticas prioritarias" de Portugal con Estados Unidos y Canadá, especialmente en el ámbito de la Organizacion del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pacto militar occidental en el cual Lisboa participó en su fundación.
En cuanto a política doméstica y en el concierto de la UE, aseveró que es papel del gobierno intervenir cuando se trate de defender políticas sociales que tengan que ver con el bienestar de las familias y de los ciudadanos, así como en los temas referentes a derechos humanos.
Sampaio concluyó su discurso con elogios a Soares, al describirle como "la personalidad que marcó más profundamente todos los aspectos de la vida portuguesa de los últimos años". (FIN/IPS/md/ag/ip/96)