Angola y Brasil fueron reconfirmados como las mayores prioridades de la política exterior portuguesa de los proximos años por el primer ministro socialista Antonio Guterres.
En una entrevista publicada este viernes por "Diario de Noticias" de Lisboa, Guterres afirmó que Angola, la mayor de las ex colonias portuguesas de Africa, "estará en las prioridades de nuestras relaciones externas, en los planos cultural, lingüístico y económico".
El interés de Angola por Portugal, según Guterres, "quedó demostrado claramente" con la presencia del presidente José Eduardo dos Santos en la ceremonia de asunción del presidente portugués, Jorge Sampaio, quien reemplazó en el cargo a Mario Soares el pasado 9 de marzo.
Consultado sobre el significado político de que su primera visita de Estado sea a Brasil, Guterres recordó "la actitud extremamente generosa de los brasileños" cuando miles de portugueses emigraron al país sudamericano lusófono.
El hecho de que el ex presidente Itamar Franco sea embajador en Portugal "es bien sintomático del intrerés de Brasil por nosotros", expresó el gobernante.
Según Guterres, la participación de Portugal en la Unión Europea (UE), "no puede considerarse que cumpla totalmente los objetivos de nuestra política exterior".
Por una parte "nuestra propia identidad en la UE depende de nuestra capacidad de relaciones con otros países, en especial con los de lengua portuguesa".
Por otra, "siendo el mercado europeo cada vez más abierto y la competencia más dura, es fundamental mirar hacia el resto del mundo y buscar oportunidades", aclaró.
En ambos casos, "Brasil tiene una enorme importancia", concluyó Guterres.
A diferencia del anterior gobierno de centroderecha liberal de Aníbal Cavaco e Silva (1985-1995), que desarrolló contactos centrados en el intercambio comercial con los lusófonos, desde que asumió, en octubre de 1995, Guterres pretende dar un énfasis político, económico y cultural global a estas relaciones.
A fines del primer semestre de este año, Lisboa será la sede de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de los siete países lusófonos (Angola, Brasil, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique, Portugal y Santo Tomé-Príncipe), constitutiva de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP).
El proyecto brasileño de la comunidad, endosado por Portugal y apoyado por los cinco países africanos, pretende fomentar una cooperación activa entre los lusófonos, en los campos político, económico, técnico, tecnólogico y universitario, y en los ámbitos cultural y lingüístico, e incluir también a las ex posesiones portuguesas en Asia. (FIN/IPS/mdq/jc/ip/96)