PETROLEO: América encara déficit de ocho millones de barriles/día

América tendrá un déficit de ocho millones de barriles diarios de petróleo al final de la década, por lo que busca fórmulas de cooperación para mejorar su producción y consumo de hidrocarburos, dijeron hoy organizadores de una reunión técnica de cooperación en Venezuela.

"América Latina y el Caribe requieren una inversión anual de 18.000 millones de dólares, 90.000 millones en cinco años, para encarar sus requerimientos energéticos de distintas fuentes", afirmó en rueda de prensa Mauro Hoyer, asesor del grupo estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).

En el continente se consume diariamente energía por unos 54 millones de barriles equivalentes de petróleo, y de ella 85 por ciento corresponde a Estados Unidos y Canadá, en tanto 15 por ciento se consume en América Latina y el Caribe, señaló.

Por otra parte, el petróleo representó aproximadamente 20 por ciento de los 217.000 millones de dólares que el resto de los países del hemisferio exportó hacia Estados Unidos, anotó Hoyer.

Al subrayar la importancia de la cooperación petrolera, Hoyer dijo que 43 por ciento de la energía consumida en el hemisferio proviene del petróleo, 26 por ciento del gas, 20 por ciento del carbón, ocho por ciento de la fisión nuclear y tres por ciento de la hidroelectricidad.

En busca de esa cooperación, la reunión de Caracas, los días 28 y 29, congregará funcionarios de gobiernos, de organizaciones energéticas y entes financieros multilaterales, así como de compañías petroleras públicas y privadas del hemisferio.

En 1994, la Cumbre de América, que reunió en Estados Unidos a los gobernantes de 34 países del hemisferio -Cuba fue excluída- incluyó en su plan de acción la cooperación energética y el uso de la energía asociada al desarrollo sostenible.

La inclusión de la energía en la agenda interamericana se inspiró en nociones de "seguridad energética en el hemisferio" que en la cumbre de 1994 formularon presidentes como el venezolano Rafael Caldera y el anfitrión Bill Clinton.

Las reuniones sobre energía que siguieron a la Cumbre "no han mencionado de modo explícito el tema de la seguridad energética en el hemisferio, pues su orientación ha sido esencialmente comercial", reconoció el director de Energía en el ministerio venezolano del ramo, Armando Meleán.

"Aunque la noción de seguridad energética, asociada a estrategias geopolíticas, no aparezca explícitamente mencionada cada vez, está presente, disuelta en el trabajo de los distintos comités", observó Meleán.

Después de la Cumbre de América, un foro en Washington en 1995 organizó ocho comités sobre la cooperación energética: inversiones, energía limpia, regulaciones, gas, eficiencia energética, electrificación rural, instrumentación conjunta y petróleo, coordinado éste por Venezuela.

En Bolivia, durante el segundo semestre de 1996, se reunirán los ministros de Energía del continente para evaluar la cooperación posible, en preparación de la segunda Cumbre de América, a fines de año en la ciudad boliviana de Santa Cruz.

El encuentro de Caracas congrega representantes gubernamentales y de compañías de países productores y consumidores de petróleo, así como representantes del Banco Mundial, la Corporación Andina de Fomento y la Organización Latinoamericana de Energía.

Meleán dijo que las reuniones sobre energía dentro de la agenda interamericana "no contemplan la concreción de un acuerdo o tratado marco, que fije orientaciones precisas" a la cooperación energética.

"La ausencia de esa camisa de fuerza es una ventaja, porque ninguno de los actores principales, gobiernos, organizaciones o empresas, se ha ahuyentado de venir a la mesa para interesarse en la cooperación", apuntó Meleán.

La agenda "contempla la necesidad de una común base de datos, la búsqueda de reglas transparentes, legales y fiscales, para la inversión petrolera, aspectos ambientales como el uso de la gasolina sin plomo y la armonización de la calidad de los productos", señaló el funcionario.

Hoyer dijo que un acuerdo que puede dejar el ciclo de reuniones es el de armonización de normas sobre la calidad de los productos, así como uno de los estudios más provechosos puede ser la evaluación de la introducción de la gasolina sin plomo en los vehículos que ruedan por América Latina.

También se prevé que reciba un impulso adicional la búsqueda de transparencia en las legislaciones que regulan, de Norte a Sur en el hemisferio, el uso de las distintas fuentes de energía.

Un capítulo destacado será la búsqueda de fórmulas de cooperación, asociaciones e inversión para atender el déficit petrolero, cifrado en 5,5 millones de barriles diarios que el hemisferio debe buscar en otras regiones del planeta.

Hoyer dijo que aunque esté presente la idea del ahorro energético, "en muchos de nuestros países hace falta desarrollar más bien los mercados de consumo, con oleoductos y poliductos que lleven petróleo para propiciar el desarrollo industrial".

El déficit, que será preciso encarar, llegará a ocho millones de barriles diarios cuando despunte el próximo siglo. (FIN/IPS/hm/dg/if/96)

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